Por genética, por estrés, por las características de nuestra piel, falta de sueño o retención de líquidos. Son múltiples los motivos por los que se nos pueden hinchar los ojos, las famosas bolsas. Nos aplicamos mil cremas para paliarlas, pero no siempre surten el efecto deseado. Más que saber por qué se producen, nos interesa el cómo hacer para que desaparezcan. Por eso hoy vamos a hablar de algunos remedios naturales y alimentos que nos pueden ayudar a tener una mirada más ‘sana’.
Hidratarse y evitar el exceso de sodio
Aunque parezca un consejo básico, una de las causas más comunes de la aparición de bolsas y ojeras es la deshidratación (que se puede producir por falta de agua o por exceso de cafeína o alcohol), por lo que una de las reglas básicas trata de combatirlas sin trucos, bebiendo agua. Nuestra dieta tiene que tener un alto porcentaje de alimentos que contengan agua, principalmente frutas y verduras (sandía, piña, aguacate, tomate, espárragos…).
“Nuestra dieta tiene que tener un alto porcentaje de alimentos con agua, principalmente, frutas y verduras”
Según la Fundación Española de Nutrición, “el contenido de agua en los alimentos es muy variado. Así, los alimentos de origen vegetal frescos como hortalizas, frutas y verduras tienen contenidos de agua comprendidos entre el 80% y el 95%. Los de origen animal como carnes, pescados y huevos tienen contenidos entre el 60% y el 80%. La leche presenta alrededor de un 87% de agua. Los alimentos derivados o modificados tienen contenidos menores de agua, como los embutidos y quesos, que presentan entre un 30% y 35%. Las legumbres, harinas, arroz y pastas tienen entre un 8% y un 12% de agua”.
Otra de las reglas de oro se basa en una dieta que no tenga sodio en exceso porque favorece la deshidratación. ¿Dónde encontramos sodio? La Fundación para la Diabetes nos da algunos ejemplos de alimentos que tienen más de 100 mg/ 100 g: “Conservas de carne y pescado, mariscos, charcutería, despojos, jamón, huevo. Todos los quesos. Pan, tostadas, pastelería, galletas. Aceitunas, col, acelgas, acedera, espinacas, apio, berro y las conservas de hortalizas. Mostaza, pepinillos y aguas gasificadas”, afirman. Sin embargo, el potasio es clave en este objetivo porque, entre otras funciones, se encarga del mantenimiento de los fluidos. El potasio abunda, por ejemplo, en aguacates y plátanos.
La vitamina K, de vital importancia
Una de las vitaminas que nos puede ayudar a deshacernos de la hinchazón de los ojos es la vitamina K, tiene gran protagonismo en la coagulación de la sangre, pero sobre todo nos ayuda a proteger la elasticidad del sistema vascular. Como explicamos en Alimente, la vitamina K se origina de manera natural de dos formas: filoquinona o vitamina K1 y menaquinonas o vitamina K2. La primera la encontramos principalmente en algunos aceites vegetales, como el de oliva o el de soja, y en las verduras de hoja verde, si bien es cierto que su cantidad depende del nivel de clorofila. Por su parte, la K2 habita en los alimentos de origen animal como el hígado, los fermentados, el queso o la cuajada.
Según la Oficina de Suplementos Alimenticios (ODS, por sus siglas en inglés) del National Institutes of Health (NIH), la cantidad de vitamina K que necesitan los hombres adultos mayores de 19 años de edad es de 120 mcg y las mujeres mayores de 19 años de edad, 90 mcg. Además, existen suplementos multivitamínicos/multiminerales con vitamina K. “La vitamina K se encuentra sola en suplementos de vitamina K o en suplementos de vitamina K con otros nutrientes como el calcio, el magnesio y/o la vitamina D”, aseguran desde el NIH.
Remedios naturales, una clave saludable
El presidente de COFENAT (Asociación Nacional de Profesionales y Autónomos de las Terapias Naturales) en Murcia, Salvador Molina Cabezas, destaca que normalmente las causas de la hinchazón ocular son “el agotamiento o cansancio físico y/o mental”. Además, explica que según la medicina tradicional china “está asociado al riñón” y “se relaciona con sentimientos de miedo e inseguridades”. Así que, para el experto, “el remedio pasa por utilizar productos naturales y alimentos que reduzcan el estrés y mejoren el drenaje renal”.
“Como remedio tópico, podemos utilizar cataplasmas de hierba eufrasia, especialmente indicada para mejorar el ojo y su entorno. Hay que recordar que la piel periocular es muy fina y de mal drenaje por ello, todo aquello que fortalezca y mejore esa zona, ayudará en el drenaje ocular. Aplicar rodajas de pepino en los ojos, a modo de cataplasma, alivia los síntomas del edema”, apunta Molina.
“Por vía oral haremos bien en incluir hortalizas como la cebolla y el ajo, por su riqueza en moléculas estimulantes del riñón y el hígado, así como verduras de hoja, especialmente crudas, por su riqueza en oligoelementos, salvo espinacas y acelgas, más problemáticas por su riqueza en oxalatos”, continúa.
El experto aconseja evitar “el exceso de sal refinada y, a ese fin, limitaremos el uso de procesados o ultraprocesados (suelen ser ricos en sodio). Usaremos con preferencia sal marina sin refinar en cantidades moderadas. Los encurtidos y conservas son ricos en sal, haremos bien en controlarlos”. Además de la alimentación, Molina apunta a la necesidad de mejorar hábitos como “mejorar la calidad del sueño”. Por ello, continúa, “dormir en un lugar no excesivamente cálido y oscuro siempre será mejor para propiciar un buen descanso”. Por otro lado, señala que “tomar alguna infusión relajante puede ser provechoso (por ejemplo, pasiflora, tila, azahar, valeriana, etc)”.
También recomienda evitar “los alimentos ricos en azúcar y el trigo, así como el exceso de lácteos (cuando no hay buena capacidad digestiva, generan un residuo de difícil eliminación renal)”. Y concluye: “Una alimentación frugal, abundante en productos frescos y naturales siempre será beneficiosa, así como evitar que las ingestas sean abundantes (reducir las cantidades en cada comida), también los alimentos como la avena (en grano, copo o bebida) pueden ser muy interesantes, resulta en alivio nervioso y es de fácil procesado”.
Café y vinagre, probado científicamente
Muchos de los cosméticos para ojos que se producen en el mercado basan su eficacia en plantas naturales. De hecho, las mascarillas de café son a menudo utilizadas como remedio para cuidar la piel. Según un estudio elaborado por Anna Herman, de la Academy of Cosmetics and Health Care, de Polonia, “la cafeína también tiene propiedades antiinflamatorias que pueden reducir la inflamación del rostro y aliviar el enrojecimiento. Por este motivo, la cafeína se utiliza cada vez más en cosmética debido a su alta actividad biológica y a su capacidad para penetrar la barrera cutánea”.
Existe otro estudio elaborado por María Sánchez Cueto y Aránzazu Zarzuelo Castañeda, del Departamento de Ciencias Farmacéuticas de la Universidad de Salamanca, que muestra que “el vinagre de manzana está compuesto en gran parte por compuestos polifenólicos que le confieren una serie de características óptimas para el cuidado de la piel, entre las que se encuentran la actividad antioxidante, antimelanogénica, anticelulítica, seborreguladora o antiinflamatoria, dichas propiedades están acentuadas en el extracto de manzana ya que posee un perfil fenólico superior”. Las conclusiones a las que llegó este estudio insisten en que “la incorporación del vinagre o extracto de manzana en fórmulas cosméticas es una opción a tener en cuenta, ya que aporta múltiples beneficios para la piel, no presenta problemas de incorporación a las bases y por su bajo coste no encarece sustancialmente la fórmula final”.