La tonometría es la prueba que permite al especialista medir la presión intraocular (PIO) de nuestros ojos. Dicha PIO es el resultado de la fuerza que ejercen los líquidos que se encuentran dentro del globo ocular, sobre todo humor acuoso, sobre las paredes y resto de estructuras internas del ojo. Si se genera más humor acuoso del que se elimina, ya sea por exceso de producción o por dificultades en su eliminación, provocaría un aumento en la PIO y, por tanto, riesgo de daños.
La técnica de medición más utilizada es la tonometría de aplanación de Goldmann, que consiste en la medición de la resistencia que opone la córnea a ser aplanada. Con ella, obtenemos los valores de presión intraocular, siendo los valores normales entre los 10 y los 21 mm Hg. Los valores pueden variar según la hora del día en que se tomen y el grosor de la córnea. Si la presión se mantiene elevada de manera continuada, o muy elevada bruscamente, se pueden producir daños en el nervio óptico y, por tanto, alteraciones sobre el campo visual. Este sería uno de los principales factores de la aparición del glaucoma.
Fuente: biotech-spain.com