Publicado el

¿Qué debemos hacer si tenemos un derrame ocular?

Estamos ante una dolencia muy llamativa, pues afecta a una parte de nuestro cuerpo muy visible, ya que implica la aparición de una mancha de sangre en el ojo. Es lo que se denomina derrame ocular o subconjuntival, sin duda un problema que, en un primer momento, puede preocuparnos. Por eso, para saber en qué casos conviene consultar con un especialista, hemos hablado sobre este problema de salud ocular con el doctor Miguel Ángel Calvo, oftalmólogo de Clínica Baviera Madrid.

¿Qué es una hemorragia subcojuntival?

Una hemorragia subconjuntival (o hiposfagma) es la aparición de una mancha roja de sangre en la superficie del ojo que se produce por la rotura de un pequeño vaso sanguíneo. La sangre se acumula entre la conjuntiva (la capa transparente que recubre el ojo) y la esclera (la pared externa, blanca del ojo). Debido a que los tejidos del ojo no son capaces de reabsorber
rápidamente la sangre, la parte blanca del ojo toma un color rojo brillante.

¿Cuáles son las causas que lo provocan?

En la mayoría de los casos no se encuentra una causa concreta. Puede relacionarse con maniobras repetidas que suben la presión de forma súbita (tos, vómitos, estornudos, estreñimiento). También puede relacionarse con aumento de la presión arterial (hipertensión arterial). La hemorragia subconjuntival puede aparecer también tras el impacto de una pequeña partícula sólida sobre el ojo combinado con la mala costumbre de restregarse los ojos o por un pequeño traumatismo ocular. También puede observarse en el contexto de alguna infección vírica o en pacientes en tratamiento con fármacos antiagregantes o anticoagulantes (aspirina, Sintrom®, etc.). Por último, las hemorragias también pueden aparecer si el paciente se ha sometido recientemente a una cirugía ocular (láser, de catarata, o de otro tipo) y aunque entra dentro de la normalidad y no tienen importancia, es importante informar a su oftalmólogo.

Es un problema bastante llamativo, pero ¿es motivo de preocupación?

Puede parecer un problema mucho mayor, ya que llama mucho la atención por el color rojo que encontramos en la esclerótica del ojo, que es una zona normalmente blanca. También porque la extensión del sangrado puede variar desde un pequeño punto hasta llegar a ocupar una extensión apreciable, pero estas hemorragias no ocasionan dolor, molestias, ni cambios en
la visión de la persona que lo sufre. Podemos encontrar un ligero ardor o irritación que desaparecerán a los pocos días.

¿En qué casos debemos consultar al médico si tenemos este tipo de derrame en el ojo?

Por norma general, no es un problema grave y desaparecerá espontáneamente a lo largo de los días. Se debe acudir al oftalmólogo para que valore el cuadro e instaure un tratamiento si aparece tras sufrir un traumatismo ocular, en el contexto de una infección o si se acompaña de molestias importantes.

¿Cuál es el tratamiento de la hemorragia subconjuntival?

No hay un tratamiento específico, ya que el organismo de forma natural reabsorbe la sangre en unos días, pero sí se debe consultar al oftalmólogo en ciertas ocasiones. Si la hemorragia se relaciona con el impacto de una partícula o una infección, el oftalmólogo deberá valorar el tratamiento más indicado. Si se acompaña de sensación de arenilla, el tratamiento consiste en
el uso de lágrimas artificiales durante unos días. En caso de conjuntivitis puede ser aconsejable el uso de un antibiótico. En casos relacionados con subidas de presión arterial no precisa tratamiento, solo control de la hipertensión arterial por el médico de cabecera.

¿Es un problema que se puede prevenir?

En principio no es un cuadro que podamos prevenir pero sí que podemos tener en cuenta ciertas indicaciones en nuestro día a día, como no frotarse los ojos bruscamente, cuidar nuestra higiene ocular y de manos y revisar nuestra presión arterial en caso de ser propenso a tenerla alta.

Una vez aparece, ¿cuánto tiempo suele permanecer?

Por norma general las hemorragias subconjuntivales espontáneas desaparecen en una o dos semanas, cambiando de coloración al hacerlo. Se reabsorben de forma natural por el propio organismo, aunque es importante tener en cuenta que la duración dependerá de cada caso. En situaciones en las que la hemorragia subconjuntival aparezca relacionada con otra patología, se valorará de forma personalizada.

Fuentes: https://www.hola.com/