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Causas de la hipermetropía

La hipermetropía es un defecto refractivo que afecta a aproximadamente a un 20 por ciento de la población. Los rayos luminosos de objetos lejanos son enfocados por detrás de la retina y en el paciente se manifiesta con visión borrosa a cualquier distancia, especialmente en la visión cercana.

Para compensar este defecto el ojo tiene un mecanismo llamado acomodación, el cual produce un aumento del poder refractivo del cristalino a través de la contracción del músculo ciliar (que rodea al cristalino) para poder enfocar la imagen en la retina. La capacidad de acomodación disminuye con los años y la hipermetropía se considera “patológica” cuando su magnitud no puede ser compensada mediante este mecanismo.

Causas

Este problema de la visión tiene lugar cuando los rayos de luz son enfocados detrás de la retina porque el globo ocular es más corto de lo normal o la córnea es más plana. Esto afecta con la consecuente disminución en el poder de enfoque.

La mayoría de los niños son hipermétropes y disminuye a medida que el globo ocular se alarga con el crecimiento normal, sin embargo, la mayoría no experimentan síntomas de visión borrosa debido a que sus ojos son capaces de cambiar la dirección de los rayos de luz para que enfoquen en la retina, mediante la compensación por el mecanismo de acomodación.

Al igual que la miopía, la hipermetropía es generalmente hereditaria y aunque no suele aumentar con la edad, puede incrementar gradualmente a partir de los 35-40 años, pudiendo aumentar hasta en un 60% a los 70 años de edad. Esto ocurre porque la capacidad de acomodación se pierde y se desenfocan tanto los objetos de lejos como los de cerca (asociándose a la presbicia).

Síntomas

  • Visión borrosa de cerca.
  • También puede ser borrosa la visión de lejos.
  • Dolores de cabeza.
  • Fatiga ocular.
  • Dolor de ojos.
  • Picor y enrojecimiento de ojos.
  • Estrabismo y ambliopía (ojo vago) en los niños.
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¿Existen varios tipos de astigmatismo?

La córnea y el cristalino de un ojo normal tienen una curvatura uniforme y redondeada en toda su superficie, como una pelota de tenis, permitiendo que los rayos de luz sean enfocados sobre la superficie de la retina. En el astigmatismo la luz es enfocada en más de un punto, por delante o por detrás de la retina.

Causas

En el astigmatismo, la cornea y/o el cristalino no tiene la misma curvatura en todos sus ejes (meridianos), adoptando una forma elíptica u ovalada (como una pelota de rugby). Si vemos la parte anterior del ojo como si fuera un reloj y trazamos una línea imaginaria que conecte las 12 con las 6 y otra línea que conecte las 3 con las 9, estas representarán los dos meridianos principales, uno de ellos más curvo y el otro más plano.

Al haber dos meridianos con diferente poder de refracción, los rayos de luz no son refractados (desviados) correctamente y no llegan a formar un único foco puntual, formando dos imágenes, por delante o detrás de la retina, o ambos.

La probabilidad de desarrollar astigmatismo es hereditaria y suele estar presente desde el nacimiento, aunque normalmente es estable durante toda la vida. Puede asociarse a hipermetropía o miopía. Aunque también puede aparecer después de una enfermedad, lesión o intervención quirúrgica ocular.

Más del 95% de la población presenta algún grado de astigmatismo, pero es significativo (ocasionando visión borrosa y/o distorsionada) cuando su magnitud es igual o mayor a 1,5 dioptrías, afectando al 25% de la población en España. El astigmatismo puede ser corneal cuando la córnea tiene una forma irregular, o lenticular cuando la deformación está en el cristalino.

Tipos de astigmatismo

Existen tres tipos primarios de astigmatismo:

  • Astigmatismo miópico. Uno o ambos meridianos principales del ojo enfocan delante de la retina.
  • Astigmatismo hipermetrópico. Uno o ambos meridianos principales enfocan detrás de la retina.
  • Astigmatismo mixto. Un meridiano principal enfoca delante la retina y el otro detrás de la retina.

El astigmatismo también se clasifica como:

  • Regular, cuando los meridianos principales son perfectamente perpendiculares entre si (formando un ángulo de 90 grados), siendo el más frecuente.
  • Irregular, cuando los meridianos no son perpendiculares entre si y puede ser producido por cicatrices en la córnea, por cirugías, o por patologías como el queratocono, el cual provoca un adelgazamiento localizado de la córnea.

Síntomas

  • Visión borrosa o distorsionada tanto de cerca como de lejos.
  • Cansancio visual.
  • Dolor de cabeza.
  • Entrecerrar los ojos para ver más claramente.
  • Enrojecimiento, picor y escozor de los ojos.
  • Dificultad para la conducción nocturna.

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¿Qué enfermedades pueden causar astigmatismo?

Generalmente el paciente con astigmatismo tiene sensación de tener visión borrosa, sobre todo, de ver las imágenes con un reborde (como tinta corrida), puede ser en el plano horizontal, vertical u oblicuo. Suele tener signos de fatiga ocular y/o dolor de cabeza

En cualquier caso, la única manera de saber ciertamente si uno tiene o no astigmatismo es a través de una exploración oftalmológica.

¿Qué enfermedades pueden causar astigmatismo?

El astigmatismo suele ser hereditario y se debe a un defecto de forma, normalmente, de la lente externa del ojo (la córnea). Esta alteración en la forma tiene un componente familiar importante y, además, hay otras enfermedades que pueden hacer que el astigmatismo sea progresivo, como el queratocono, frecuente en pacientes que se frotan los ojos, como los pacientes con alergia, enfermedades del colágeno como el síndrome de Marfan y Ehler-Danlos y también ocurre en personas con el síndrome de Down. Otra enfermedad que puede causar astigmatismo progresivo es la degeneración marginal pelúcida.

En pacientes operados de trasplante de córnea también podemos observar astigmatismos altos debido a la sutura.

¿Cómo se puede corregir?

La corrección del astigmatismo suele ser óptica en la edad infantil y juvenil, con gafas o con lentes de contacto (más difíciles de adaptar que en los pacientes sólo con miopía o hipermetropía).

Si el astigmatismo es regular, se puede plantear una cirugía con láser excímer a partir de los 21 años. Si el paciente tiene una córnea fina o el ojo muy seco disponemos de lentes intraoculares que lo corrigen desde hace unos años. Ambas técnicas con unos resultados excelentes.

¿Qué pasa si no se trata?

El astigmatismo es un defecto anatómico del ojo que rara vez se suele corregir por sí mismo. Por tanto, si no se corrige, suele dar signos de cansancio visual y también cefaleas.

De hecho y debido a la frecuencia del mismo, el neurólogo siempre deriva a los pacientes migrañosos al oftalmólogo para descartar dicha afectación.

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¿Cómo afecta el cáncer a nuestra visión?

El 4 de febrero se celebra el día mundial contra el cáncer, una enfermedad que se estima que afectará a uno de cada tres hombres y a una de cada cuatro mujeres a lo largo de toda la vida. Sin embargo, gracias a la investigación científica y tecnológica se han conseguido dar pequeños pasos para obtener un mayor número y variedad de curas y alargar el tiempo de vida de las personas que padecen la enfermedad.

Entre todas las tipologías de cáncer hay algunas que son más frecuentes que otras, como el cáncer de pulmón, el cáncer colorrectal o el cáncer de mama, entre otros.

Pero, ¿Cómo afecta el cáncer a nuestra visión? Aunque parezca no guardar relación, existen tumores malignos que se inician en el ojo y se desarrollan hasta propagarse hacia otras partes del cuerpo. De hecho, existe el cáncer en el ojo, aunque es una patología poco común.

¿Qué tumores pueden afectar a los ojos?

  • Melanoma ocular. Es el tumor más común y se desarrolla en las células encargadas de producir el pigmento que da color a la piel, cabello y ojos.
  • Linfoma intraocular primario. Compromete las células blancas de la sangre localizadas por todo el cuerpo. Los linfomas también pueden aparecer en órganos como los pulmones, el estómago y, raramente, en los ojos.
  • Retinoblastoma. Afecta a niños pequeños y es causado por una mutación genética que afecta a la retina. Las células nerviosas de la retina empiezan a crecer y a multiplicarse, generalmente propagándose dentro del ojo, pero es posible que también lo haga hacia otras partes del cuerpo.

¿Qué problemas oculares se pueden desarrollar como consecuencia de los tratamientos contra el cáncer?

Los tratamientos como la quimioterapia, la radioterapia u otros fármacos que se utilizan contra el cáncer pueden tener efectos secundarios que afecten a nuestra visión, entre ellos:

  • Conjuntivitis
  • Cataratas
  • Sequedad ocular
  • Fotofobia
  • Lagrimeo

Entre los principales síntomas que alertan de la presencia de algunos de los anteriores problemas se encuentran:

  • Visión borrosa
  • Sensibilidad a la luz
  • Dolor cular intenso
  • Pérdida repentina de la visión

Para intentar prevenirlo es importante cuidar nuestra alimentación, aumentar el consumo de frutas y verduras, reducir el consumo de bebidas azucaradas y grasas así como la ingesta de carne procesada.

También es importante realizar actividad física de forma regular, ya que mantener un peso saludable y hacer ejercicio puede prevenir el riesgo de desarrollar determinados tipos de cáncer, como cáncer de mama, próstata, colón, pulmón o riñón.

Además no debes descuidar tu piel y es importante que la protejas de sol, ya que uno de cada cinco tumores que se diagnostican son cáncer de piel.

Por último, conviene recordar que el tabaco es una de las principales causas del cáncer de pulmón y está relacionado con una amplia variedad de tipos de cáncer. Por eso, es importante prevenirlo para conseguirlo el primer paso es dejar de fumar.

También las pruebas de detección precoz pueden conseguir un diagnóstico cuando la enfermedad no está avanzada, favoreciendo que el tratamiento sea lo más efectivo posible. Entre estas pruebas se encuentran: mamografías, citologías o colonoscopias, entre otros.

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¿Cómo afecta la diabetes a nuestra salud visual?

La diabetes es una patología que afecta a la capacidad del cuerpo de producir insulina y absorber la glucosa.

La insulina, producida en el páncreas, tiene como función ayudar a la glucosa a entrar en las células para darles energía. Cuando la glucosa no llega a las células se queda en la sangre, lo cual puede causar distintas complicaciones en los vasos sanguíneos del cuerpo, incluyendo los pequeños vasos sanguíneos de los ojos.

¿Qué sucede cuando la glucosa afecta a los vasos de la retina?

Esta situación causa una alteración de los vasos, conocida como retinoplatia diabética. La patología provoca que los pequeños conductos se puedan hinchar o tener pérdidas, así como cerrarse e impedir que fluya la sangre.

Todas estas alteraciones pueden causar problemas que afecten a la visión, pudiendo llegar al caso extremo de perderla (en el caso que no se trate). En los países desarrollados, la causa más habitual de ceguera en jóvenes es la retinopatía diabética.

¿Quién tiene riesgo de padecer retinopatía diabética?

Tanto las personas con diabetes tipo 1 como tipo 2 pueden padecer la patología. Por este motivo, es vital que todas aquellas personas que sufran diabetes se sometan a una revisión anual con el especialista en Oftalmología, incluyendo la prueba de la dilatación de las pupilas y la observación del fondo del ojo.

En caso de detectar la retinopatía diabética, el oftalmólogo puede ofrecer unas recomendaciones para controlarla y evitar su evolución.

Asimismo, existen otros factores que pueden causar la enfermedad:

  • Altos niveles de glucosa en la sangre: puesto que empeoran la evolución de la retinopatía.
  • Presión arterial elevada: es importante tener la presión por debajo los 130/80 mmHg.
  • Duración de la diabetes: cómo más tiempo pase, más probabilidades existen de retinopatía.
  • Lípidos en la sangre: pueden acumularse y llegar a filtrarse en la retina.
  • Embarazo: durante este periodo es más probable padecer la patología, por lo que es importante realizar revisiones frecuentes.
  • Origen étnico: los americanos y afroamericanos son más propensos a la enfermedad.

Tipos de retinopatía diabética

  • Retinopatía no proliferativa o de fondo: cuando los vasos sanguíneos causan una inflamación de la retina. Causa visión borrosa.
  • Retinopatía diabética proliferativa: crecimiento de nuevos vasos sanguíneos en la retina, pudiendo sangrar dentro del ojo. Causa un incremento de puntos negros en la visión, pudiendo llegar a oscurecerla por completo.

¿Qué síntomas podemos identificar?

En una fase inicial, la retinopatía diabética puede no mostrar síntomas, por lo que es importante acudir a las revisiones con el especialista. Una vez avanza, podemos detectar los siguientes signos:

  • Visión borrosa.
  • Pérdida de visión.
  • Mala visión nocturna.
  • Colores débiles o apagados.
  • Ver áreas oscuras o blancas en el campo de visión.
  • Más “moscas volantes”.

¿Cómo se trata la retinopatía diabética?

En la primera etapa de la enfermedad se debe observar su evolución, así como realizar los controles estimados por el especialista. Una vez empieza a afectar a la visión, hay dos soluciones:

  • Fotocoagulación con láser en la retina. Se realiza de forma ambulatoria y se emplea especialmente en la retinopatía diabética proliferativa y en el edema macular. A veces puede realizarse en quirófano, en combinación con la vitrectomía.
  • Inyecciones intravítreas de fármaco. También se realiza en caso de edema macular secundario. Es un procedimiento estándar en degeneraciones maculares, oclusiones vasculares y otros problemas de retina. Se interviene de forma ambulatoria.

Cuando la patología está en un estado avanzado puede requerirse una cirugía intraocular mediante vitrectomía, realizada principalmente en casos de desprendimiento de retina, tracción de la macula o cuando hay hemorragia vítrea.

La importancia de prevenir

El mejor tratamiento siempre es la prevención. En este aspecto, es importante controlar tanto los niveles de glucosa en sangre como la hipertensión, por lo que es vital tener una dieta sana y practicar ejercicio.

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Problemas visuales más comunes

La hipermetropía, la miopía, el astigmatismo y la presbicia son errores de refracción ocular. En España, más de la mitad de la población presenta uno o más de uno de los problemas de refracción nombrados. La forma de corregirlos es utilizando lentes de contacto o bien mediante la cirugía, un método cada vez más común.

Hipermetropía

La hipermetropía es un error refractivo causado principalmente por una longitud pequeña del ojo, lo cual provoca un desenfoque de la imagen en la retina. Las personas experimentan este problema visual de diferentes maneras según la edad. Cuando la persona es joven pueden compensar este problema o presentar cansancio ocular.

En cambio, cuando el problema afecta a un paciente de mayor edad puede experimentar problemas de visión cercana y acabar también teniendo problemas de visión lejana.

Miopía

La miopía es un error refractivo causado por una longitud grande del ojo, provocando un desenfoque de la imagen en la retina. Los síntomas que presentan las personas que experimentan este problema son: visión borrosa lejana, entrecerrar los ojos para enfocar correctamente, acercarse a los objetos para verlos bien, cansamente visual y dolor de cabeza.

Presbicia o vista cansada

Error refractivo causado por la pérdida de elasticidad del cristalino y los músculos que lo envuelven. Las personas que experimentan este problema presentan visión borrosa acompañada de cansancio ocular. Suele aparecer a partir de los 45 años de edad.

Astigmatismo

La causa de la vista cansada es una diferencia de curvatura entre dos meridianos perpendiculares, básicamente de la córnea. Las personas que presentan este problema experimentan visión distorsionada en todas las distancias.

Es un problema estable durante toda la vida y puede ir acompañado de miopía, hipermetropía y presbicia.

Tratamientos para corregir los errores de refracción ocular

El oftalmólogo, después de realizar un estudio detenido del ojo, informará al paciente de qué tratamiento debe seguir. Los tratamientos para corregir la hipermetropía, la miopía y el astigmatismo son:

  • Cirugía láser con LASIK y PRK. Este tratamiento tiene como objetivo cambiar las dioptrías de la córnea y enfocar la imagen correctamente en la retina.
  • Cirugía con lentes fáquicas.
  • Cirugía del cristalino transparente.
  • Correcciones ópticas
  • Lentes de contacto.

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¿En qué consiste la blefaroplastia?

La blefaroplastia es la cirugía indicada para conseguir un rejuvenecimiento de la mirada a través de la corrección de los párpados.

Puede ser blefaroplastia superior cuando corregimos exceso de piel y grasa de los párpados superiores o blefaroplastia inferior para corregir exceso de bolsas y, si es necesario, también de la piel. La blefaroplastia inferior se puede realizar desde un abordaje transconjuntival, escondiendo la incisión en la parte posterior del párpado o subciliar, con una incisión inferior a las pestañas.

El mejor resultado en estas cirugías se consigue personalizando las necesidades. No es raro recomendar completar la mejora con ajuste en la posición de las cejas o la misma altura de los párpados.

¿Cuándo es necesario realizarla?

No es un tratamiento preventivo.

Cuando el paciente nos solicita mejorar su mirada, el especialista en Oftalmología tiene que realizar una exploración y una determinación conjunta de cuál es la mejor opción para la demanda concreta. 

No se debe realizar más de lo que el paciente necesita, y se añaden los detalles que nuestra experiencia aporta.

¿Cuál es el procedimiento?

La cirugía se realiza bajo sedación con anestesia local.

El concepto de forma sencilla trata de retirar el exceso de piel y bolsas de grasa. En muchos casos se tensan los músculos y tendones de los párpados, buscando recuperar simetrías y posiciones de las diferentes estructuras.

Aunque, como comentábamos, cada cirugía es diferente. En cada paciente hay que añadir algún detalle previamente consensuado.

¿Qué síntomas puedes sentir tras la intervención?

El postoperatorio no es doloroso. Los párpados se hinchan y puede aparecer algún hematoma.

En la mayoría de los casos a la semana queda un pequeño resto de inflamación y a las 2 semanas son pocos los pacientes que mantienen alguna señal. Normalmente, con gafas de sol, los pacientes hacen vida normal, aunque recomendamos 1 semana de baja.

¿Cuánto dura la recuperación?

Si el paciente tiene algún acontecimiento importante, recomendamos un margen de unas 3 semanas.

Lo normal es que en unos 7-10 días el paciente se sienta cómodo y seguro para hacer vida normal sin señales de la cirugía.

¿Existe la blefaroplastia sin cirugía?

La medicina estética nos ofrece la posibilidad de realizar procedimientos que nos ayudan a un rejuvenecimiento de la mirada sin necesidad de cirugía. Depende de la demanda del paciente.

Por eso es tan importante la valoración y realización de estos tratamientos por médicos especializados y con experiencia en este campo.

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Miopía infantil

¿Cómo se controla la miopía en niños?

Hoy en día, se estima que la prevalencia de la miopía gira en torno al 9% en niños de entre 5 y 17 años. No obstante, esta cifra aumenta hasta un 25% cuando se cumplen los 40 años.

A pesar de que la gran incidencia de la miopía se asocia continuamente a los países asiáticos, donde el porcentaje se eleva hasta el 80% de la población, en los países occidentales se ha registrado un aumento progresivo de la tasa de incidencia, que a lo largo del siglo XX se han duplicado.

¿Cuáles son las causas de la miopía?

Hasta la fecha, no se conocen con exactitud las causas de la miopía. Sin embargo, se sabe que tanto en su desarrollo como en su progresión inciden algunos factores genéticos y factores ambientales.

Por ejemplo, una exposición baja a la luz natural es un factor desencadenante de la miopía.

Si desea más información, consulte con un especialista en Oftalmología.

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Oftalmología pediátrica

Los ojos de los más pequeños tienen ciertas particularidades que lo diferencian del ojo de un adulto. Se trata de un ojo en desarrollo, inmaduro, más elástico y reactivo a fenómenos externos. El ojo de los niños tiende a sufrir enfermedades propias de la edad pediátrica y es por eso que sus problemas deben ser manejados por un especialista en Oftalmología Pediátrica. Prestar atención a una correcta evolución de la visión de los niños es determinante porque son unos años que marcaran la visión y permitirán el desarrollo integral de la persona.

El crecimiento anatómico del ojo se va produciendo lentamente, pero los cambios funcionales se producen de una manera vertiginosa. Un recién nacido tiene una capacidad visual muy baja (inferior al 10% de la visión de un adulto) y va mejorando hasta alcanzar el 100% entre los 5 y 7 años. Cualquier trastorno durante este periodo puede provocar una detención en el proceso de maduración visual.

¿Cuáles son las enfermedades oculares más frecuentes?

Defectos de refracción (defectos de gafas o ametropías). Se trata de tres tipos de defectos: hipermetropía, miopía y astigmatismo. Los síntomas que pueden delatar estos defectos son:

  • Visión borrosa
  • Cefalea
  • Astenopia

Su corrección se realiza con unas gafas o lentes de contacto lentillas) y en Eurolàser Institut Oftalmològic son pioneros en la prevención de la progresión de la miopía infanto-juvenil con colirio de atropina. Los defectos de refracción pueden ser detectados en niños muy pequeños, aunque no puedan expresarlo porque no hayan empezado a hablar.

Otro de los problemas más frecuentes es el estrabismo, la desviación de uno o los dos ojos en alguna de las posiciones de la mirada. Se puede tratar de una desviación horizontal (hacia dentro: endotropia; hacia fuera: exotropia) o de una desviación vertical (hacia arriba: hipertropia; hacia abajo: hipotropia). El estrabismo, además del problema estético que genera, puede provocar importantes problemas de estereopsis (visión binocular).

En la práctica esto se traduce en dificultades para el cálculo de distancias y visión del relieve. Los niños con estrabismo suelen presentar más dificultades motrices por este motivo. Cualquier niño que tenga estrabismo de manera intermitente debe ser valorado por un oftalmólogo pediátrico a los 6-7 meses de edad. Si la desviación es permanente, la revisión debe ser inmediata.

El estrabismo puede ser corregido con gafas, cirugía o ambas. La cirugía de estrabismo consiste en aislar los músculos extraoculares y reforzarlos o debilitarlos de la manera adecuada a cada paciente. En niños, es un tipo de cirugía que requiere anestesia general.

La obstrucción lagrimal es otra de las enfermedades oculares más frecuentes. La lágrima se forma en la glándula lagrimal y lubrica la superficie anterior del ojo. Una vez ha cumplido su función, se drena a través de los puntos lagrimales y llega hasta la nariz a través del conducto nasolagrimal. Cuando el trayecto queda obstruido, se le llama dacrioestenosis u obstrucción de la vía lagrimal.

En los niños se manifiesta por el lagrimeo y la secreción conjuntival desde el nacimiento. Es probable que ni siquiera el ojo se enrojezca y durante los primeros meses de vida se soluciona espontáneamente con ayuda del masaje lagrimal. Si el problema no revierte, deberá ser necesario sondar la vía lagrimal a partir del año de vida.

Por otro lado, también encontramos las infecciones que afectan a los párpados y órbita, las que afectan a la vía lagrimal y las que directamente lo hacen en el globo ocular. La delicadeza de los tejidos oculares y las posibles lesiones residuales que provocar las infecciones exigen un excelente conocimiento de los gérmenes que afectan a esta zona. Normalmente los gérmenes que afectan a la edad infantil son diferentes a los que afectan a los adultos.

Por último encontramos los tumores y traumatismos oculares. Los tumores son patologías muy poco frecuentes pero que pueden tener graves consecuencias sobre la visión e incluso, en algunos casos. Sobre la vida del niño.

Mientras que los traumatismos son las patologías oculares más frecuentes en la edad infantil. La mayoría son leves y sin importancia, aunque en otras ocasiones pueden provocar una perforación en el globo ocular y puede requerir cirugía urgente.

Consejos de higiene visual

El uso prevalente de las pantallas de visualización en edad pediátrica hacen que sea obligatorio cumplir una serie de normas básicas de higiene visual. El equipo multidisciplinar de oftalmólogos y optometristas pediátricos garantizan la transmisión de estos consejos:

  • Mantener una postura lo más erguida posible mientras trabajamos frente al ordenador.
  • Mantener una distancia mínima de 60 cm entre los ojos y la pantalla.

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Salud oftalmológica en la infancia

El cuidado de la salud visual de los niños es muy importante, porque durante los primeros años de vida se desarrolla la visión. El ojo está en crecimiento constante hasta los 8 años, de manera que cualquier problema ocular que no se diagnostique de forma precoz, puede generar alteraciones en el desarrollo de la visión, generando defectos visuales que van a persistir durante toda la vida.

¿Cuáles son los principales problemas visuales en la infancia?

El ojo vago es una de los principales problemas oculares en la infancia y se debe prevenir con un examen apropiado en los primeros años de vida.

Sin embargo, hay otros problemas visuales que pueden afectar a los niños. Entre ellos, se encuentran los siguientes:

  • Hipermetropía
  • Astigmatismo
  • Miopía
  • Estrabismo

También existen otras enfermedades muy comunes que, aunque no suponen importantes alteraciones visuales, se deben diagnosticar y tratar de forma correcta. Es el caso de los orzuelos y la conjuntivitis.

¿Cuándo se deben hacer revisiones de la vista y con qué frecuencia?

Si no existe ningún problema ocular aparente ni antecedentes familiares, se recomienda que la primera revisión se realice entre los 3 y 4 años.

¿Qué aspectos se miran durante estas revisiones?

En estas revisiones se comprueba, sobre todo, la agudeza visual y la transparencia de la córnea y cristalino.

Por otro lado, también se recomienda un estudio del fondo de ojo previa dilatación pupilar con el objetivo de detectar ciertas patologías graves en sus fases iniciales.

¿Qué importancia tienen estas revisiones para la salud visual?

Las revisiones tienen una gran importancia, ya que la visión se desarrolla en los primeros años de vida, de manera que, si un defecto no se corrige a tiempo, dejará una secuela visual de por vida.

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