Publicado el

¿Cómo afecta la diabetes a nuestra salud visual?

La diabetes es una patología que afecta a la capacidad del cuerpo de producir insulina y absorber la glucosa.

La insulina, producida en el páncreas, tiene como función ayudar a la glucosa a entrar en las células para darles energía. Cuando la glucosa no llega a las células se queda en la sangre, lo cual puede causar distintas complicaciones en los vasos sanguíneos del cuerpo, incluyendo los pequeños vasos sanguíneos de los ojos.

¿Qué sucede cuando la glucosa afecta a los vasos de la retina?

Esta situación causa una alteración de los vasos, conocida como retinoplatia diabética. La patología provoca que los pequeños conductos se puedan hinchar o tener pérdidas, así como cerrarse e impedir que fluya la sangre.

Todas estas alteraciones pueden causar problemas que afecten a la visión, pudiendo llegar al caso extremo de perderla (en el caso que no se trate). En los países desarrollados, la causa más habitual de ceguera en jóvenes es la retinopatía diabética.

¿Quién tiene riesgo de padecer retinopatía diabética?

Tanto las personas con diabetes tipo 1 como tipo 2 pueden padecer la patología. Por este motivo, es vital que todas aquellas personas que sufran diabetes se sometan a una revisión anual con el especialista en Oftalmología, incluyendo la prueba de la dilatación de las pupilas y la observación del fondo del ojo.

En caso de detectar la retinopatía diabética, el oftalmólogo puede ofrecer unas recomendaciones para controlarla y evitar su evolución.

Asimismo, existen otros factores que pueden causar la enfermedad:

  • Altos niveles de glucosa en la sangre: puesto que empeoran la evolución de la retinopatía.
  • Presión arterial elevada: es importante tener la presión por debajo los 130/80 mmHg.
  • Duración de la diabetes: cómo más tiempo pase, más probabilidades existen de retinopatía.
  • Lípidos en la sangre: pueden acumularse y llegar a filtrarse en la retina.
  • Embarazo: durante este periodo es más probable padecer la patología, por lo que es importante realizar revisiones frecuentes.
  • Origen étnico: los americanos y afroamericanos son más propensos a la enfermedad.

Tipos de retinopatía diabética

  • Retinopatía no proliferativa o de fondo: cuando los vasos sanguíneos causan una inflamación de la retina. Causa visión borrosa.
  • Retinopatía diabética proliferativa: crecimiento de nuevos vasos sanguíneos en la retina, pudiendo sangrar dentro del ojo. Causa un incremento de puntos negros en la visión, pudiendo llegar a oscurecerla por completo.

¿Qué síntomas podemos identificar?

En una fase inicial, la retinopatía diabética puede no mostrar síntomas, por lo que es importante acudir a las revisiones con el especialista. Una vez avanza, podemos detectar los siguientes signos:

  • Visión borrosa.
  • Pérdida de visión.
  • Mala visión nocturna.
  • Colores débiles o apagados.
  • Ver áreas oscuras o blancas en el campo de visión.
  • Más “moscas volantes”.

¿Cómo se trata la retinopatía diabética?

En la primera etapa de la enfermedad se debe observar su evolución, así como realizar los controles estimados por el especialista. Una vez empieza a afectar a la visión, hay dos soluciones:

  • Fotocoagulación con láser en la retina. Se realiza de forma ambulatoria y se emplea especialmente en la retinopatía diabética proliferativa y en el edema macular. A veces puede realizarse en quirófano, en combinación con la vitrectomía.
  • Inyecciones intravítreas de fármaco. También se realiza en caso de edema macular secundario. Es un procedimiento estándar en degeneraciones maculares, oclusiones vasculares y otros problemas de retina. Se interviene de forma ambulatoria.

Cuando la patología está en un estado avanzado puede requerirse una cirugía intraocular mediante vitrectomía, realizada principalmente en casos de desprendimiento de retina, tracción de la macula o cuando hay hemorragia vítrea.

La importancia de prevenir

El mejor tratamiento siempre es la prevención. En este aspecto, es importante controlar tanto los niveles de glucosa en sangre como la hipertensión, por lo que es vital tener una dieta sana y practicar ejercicio.

Fuente: https://www.topdoctors.es/