Tantos años de campañas informativas nos ayudan a que cada vez haya más conciencia sobre el cuidado de la visión y la importancia que esta tiene en la conducción”, asegura Salvador Alsina, presidente de la asociación Visión y Vida.
El logro principal de esta organización es que los conductores vean ahora mejor que hace cinco años, pero algunos, y no pocos, ven mal y aun así se mantienen al volante. “Un 16,4% de los automovilistas reconoce que no tiene buena visión, pero sigue conduciendo”, asume Alsina.
El riesgo de que esto ocurra lo confirman de nuevo los datos del informe El estado de la visión de los conductores en España. Su primera edición, de 2017, mostró que quienes tenían una agudeza visual inferior a 0,4 sufrían hasta tres veces más siniestros viales.
“Ahora, en 2022, sabemos que aquellos que han dado partes [de accidente] a su aseguradora en los últimos tres años tienen peor visión. Se percibe en los peores resultados obtenidos en lo relativo a campo visual, agudeza y sensibilidad al contraste”, resume Elisenda Ibáñez, coordinadora de Visión y Vida.
La agudeza visual de los conductores
Alrededor de 1.700 conductores pasaron por las ópticas de julio a septiembre para realizar un estudio que extrapola un dato “alarmante”, según los autores. Hay cerca de 1,5 millones de automovilistas que no alcanzan un 0,8 de agudeza visual, el límite de lo que los ópticos consideran “una visión buena”, en palabras de Ibáñez.
Y peor resulta otro cálculo de Visión y Vida: 558.900 conductores no alcanzan el 0,5 de agudeza visual, el mínimo exigido por ley. Sin embargo, van cruzándose a diario por las calles y carreteras con coches, camiones, motos y peatones. “Esas personas no deberían ponerse al volante, por su seguridad y la de aquellos que le rodean”, explica Ibáñez.
Los datos del informe son el resultado de la campaña No soy un lince, que invitaba a los conductores este verano a revisarse la vista. “Al volante se toman más de 15 decisiones por kilómetro recorrido y el 90% de la información que necesitamos para ello proviene de nuestro sistema visual. Creemos que la visión es un elemento fundamental para reducir las tasas de mortalidad en nuestras carreteras”, explica Alsina.
Entre otros parámetros, en las pruebas diseñadas por los decanos y directores de las facultades de Óptica y optometría de España, se comprobaron la agudeza visual, la presión intraocular, el campo visual y la visión estereoscópica.
La vista en la carretera
Según los resultados, el 36% tiene dificultades para ver bien la carretera tras mirar el navegador o el cuadro de instrumentos. Y casi el 17% de los conductores mayores de 65 años tiene reducido el campo visual, frente al 3% de la población general.
“El glaucoma es el ladrón silencioso de la vista. Cuando te das cuenta, la pérdida de campo de visión es altísima”, señala Elisenda Ibáñez, que recomienda una revisión óptica anual.
A la vista de los resultados, la asociación Visión y Vida reclama unas pruebas más exigentes a los conductores, tanto antes de la obtención del permiso de conducir como en las renovaciones. “Creemos que son insuficientes para detectar problemas visuales. Ni siquiera es obligatorio que en los centros de revisión haya un oftalmólogo, las pruebas las puede hacer cualquiera”, se queja Salvador Alsina.
“Los exámenes psicotécnicos pueden parecer someros, pero impedir conducir a una persona resulta socialmente complejo”, reconoce.
Fuente: https://motor.elpais.com/
