Publicado el

¿Qué es la hipermetropía?

“La hipermetropía es un defecto de refracción que consiste en que las imágenes se enfocan por detrás de la retina, lo que origina que los diferentes puntos que componen las imágenes se enfoquen en forma de círculos borrosos”, explica Nicolás Toledano Fernández, jefe del Servicio de Oftalmología del Hospital Universitario de Fuenlabrada (Madrid).

Causas

“Las causas más frecuentes de la hipermetropía son longitud ocular anteroposterior acortada, córneas aplanadas por menor curvatura de las mismas, opacificaciones del cristalino (cataratas) y otras anomalías del cristalino como luxaciones cristalinianas, por ejemplo”, enumera Toledano.

Síntomas

“El dolor de cabeza es un síntoma frecuente fruto del esfuerzo que hace el paciente para conseguir enfocar los objetos, y especialmente manifiesto al aumentar las actividades de visión cercana”, comenta Carlos Laria Ochaita, director de la Unidad de Oftalmología Pediátrica y Estrabismo de Clínica Baviera. Toledano especifica que es poco frecuente que la cefalea asociada a la hipermetropía aparezca sin relación a actividades que requieran fijar la vista de manera prolongada (la lectura, el trabajo con ordenador, atender en clase…).

Pero hay otros síntomas, tal y como enumera Toledano:

  • Si la hipermetropía no es muy alta, el paciente solo manifestará síntomas (cansancio ocular, dolor de cabeza, escozor de ojos…) cuando realice esfuerzos visuales prolongados (lectura, trabajo con ordenador…). 
     
  • Si la hipermetropía es muy alta, el paciente tendrá dificultad para la visión tanto lejana como de cerca, con visión borrosa. 
     
  • En otras ocasiones, sobre todo en los niños, la hipermetropía se puede asociar a algún tipo de estrabismo
     
  • Otras veces, las hipermetropías altas, pueden provocar, si no se diagnostican precozmente, la aparición de un ojo vago (ambliopía)
     
  • En adultos, con hipermetropías altas, puede asociarse un cierre del ángulo camerular, debido a la menor longitud axial del ojo, que puede provocar una subida de la tensión ocular.  

Según Laria, “muchas veces el niño lo único que manifiesta es una mala visión, con lo cual hasta que no le dilatemos la pupila con las conocidas gotas en la consulta, nunca vamos a saber si realmente esa mala visión es debida a un defecto de refracción (miopía, hipermetropía o astigmatismo), o a otra causa”.

De ahí la importancia de que todos los niños sean vistos y valorados durante el primer año de vida para descartar cualquier proceso congénito y poder prevenir y paliar en la medida de lo posible los posibles defectos de refracción, siendo totalmente necesaria la instilación de gotas para poder conocer la graduación exacta del niño.

“Nunca se debe prescribir una graduación en un niño que no haya sido correctamente dilatada la pupila por el médico, pues sin hacerlo así no podemos conocer su graduación exacta. Esto puede y debe hacerse desde el nacimiento, no hay que esperar a ninguna edad determinada para poder conocer la graduación”, subraya Laria.

Prevención

Según la Academia Americana de Oftalmologíano existen suficientes estudios que demuestren que existe una forma de prevenir la hipermetropía, ya sea por ejercicios oculares o vitaminas.

Tipos

Toledano menciona dos puntos de vista para hablar sobre tipos de hipermetropía:

Desde un punto de vista acomodativo, la hipermetropía se puede clasificar como total, que es la suma de la hipermetropía latente, y la manifiesta. Pero esta es una clasificación que solo interesa a los clínicos. 

Desde un punto de vista práctico y, por lo tanto, de interés para los pacientes, la hipermetropía puede ser baja o alta y asociada o no a estrabismo o a otras alteraciones oculares (cataratas, córneas planas…).

Según Laria, “en muchas ocasiones la graduación no es solamente hipermetropía, sino que tiene ciertas variaciones en cada ojo, que es lo que conocemos como astigmatismo. El astigmatismo no es más que una diferencia en la uniformidad de esa graduación en el ojo y que podemos precisar de la misma manera cuando valoremos el defecto refractivo”.

Independientemente de esto, añade el especialista de Clínica Baviera, “podríamos decir que existe una hipermetropía fisiológica por la edad que no precisa corrección y luego una hipermetropía ya más patológica, que es la que debemos corregir”.

Fuente: https://cuidateplus.marca.com/

Publicado el

Los signos visibles e invisibles de la hipermetropía

La hipermetropía es uno de los llamados defectos de refracción, donde la imagen que vemos no se enfoca en el plano de la retina sino un poco por detrás, ocasionando que necesitemos hacer un esfuerzo para poder enfocar.

“Los que la sufren suelen ser pacientes cuya dificultad se manifiesta más significativamente en la visión de cerca, donde el esfuerzo es mayor. En los niños, dado que sí que pueden realizar muchas veces el esfuerzo requerido, aunque este sea significativamente alto, se hace visible por lo que llamamos astenopia o dolores de cabeza, sobre todo al final del día o al realizar las tareas escolares”, afirma a CuídatePlus Carlos Laria Ochaita, director de la Unidad de Oftalmología Pediátrica y Estrabismo de Clínica Baviera.

En la infancia, añade Nicolás Toledano Fernández, jefe del Servicio de Oftalmología del Hospital Universitario de Fuenlabrada (Madrid), “la hipermetropía es muy frecuente y esto es debido a que los ojos de los niños son más pequeños que los de los adultos. En muchas ocasiones, a medida que el niño va haciéndose mayor, aumenta la longitud anteroposterior del ojo y disminuye o desaparece la hipermetropía. Sin embargo, esto no es siempre así y un niño con hipermetropía alta puede quedar hipermétrope toda la vida”.

Laria explica que “para que un niño no tenga que llevar gafas cuando sea adulto tiene que tener al nacer una hipermetropía aproximada entre cuatro y cinco dioptrías, las cuales durante el periodo del desarrollo van disminuyendo hasta acercarse a la normalidad. Es lo que llamamos hipermetropía dentro de márgenes fisiológicos y que podemos considerar como normal, salvo que el niño presente problemas de dolores de cabeza asociados al esfuerzo visual, que es cuando corregiremos parcial o totalmente dicha graduación en espera de que vaya bajando con el desarrollo”.

Asociada, a veces, a estrabismo

El oftalmólogo pediátrico de Clínica Baviera insiste en que la hipermetropía no corregida, cuando adopta valores significativos, puede originar dolores de cabeza debido a dicho esfuerzo visual para poder enfocar los objetos. 

En ocasiones, cuenta Laria, “la hipermetropía puede ir asociada también a la aparición de una desviación de los ojos condicionada en todo o parcialmente por dicho exceso de esfuerzo visual que producirá un exceso de convergencia de los ojos, manifestándose como un estrabismo. También, en algunos casos, puede ocurrir un déficit visual en uno o en ambos ojos, ya que la visión no se desarrolla correctamente en estas primeras edades de la vida”.

El oftalmólogo del Hospital de Fuenlabrada describe que si la hipermetropía no es muy alta, el paciente solo manifestará síntomas cuando realice esfuerzos visuales prolongados (lectura, trabajo con ordenador, atender en clase…). Estos síntomas incluyen además de dolor de cabeza, cansancio ocular y escozor de ojos. En estos tipos de hipermetropía, solo será preciso prescribir gafas si el paciente es sintomático, en caso contrario no es necesario usar gafas. Si la hipermetropía es muy alta, el paciente tendrá dificultad para la visión tanto lejana como de cerca, con visión borrosa. En otras ocasiones, sobre todo en los niños, la hipermetropía se puede asociar a algún tipo de estrabismo. En otras ocasiones, las hipermetropías altas, pueden provocar, si no se diagnostican precozmente, la aparición de un ojo vago (ambliopía)

En adultos, con hipermetropías altas, puede asociarse un cierre del ángulo camerular, debido a la menor longitud axial del ojo, que puede provocar una subida de la tensión ocular.  

Asimismo, dice Toledano, “a veces los síntomas pueden ser parecidos a los del astigmatismo. Por eso es importante que estos pacientes sean estudiados por un oftalmólogo y que, además, se les realice una exploración oftalmológica completa, incluyendo la dilatación pupilar con colirio ciclopléjico (cicloplejia)”. 

Fuente: https://cuidateplus.marca.com/

Publicado el

¿Qué es la presbicia?

La presbicia o vista cansada es la dificultad que tiene el ojo para enfocar bien de cerca como consecuencia de la edad. Esta afección suele aparecer en torno a los 40-45 años.

Se estima que, aproximadamente, el 81 por ciento de la población española de más de 45 años y el 98 por ciento de los mayores de 65 años padece presbicia.

Causas

La presbicia es una consecuencia del lógico deterioro muscular causado por la edad. El ojo cuenta con un músculo, llamado ciliar, con el que se acomoda el cristalino (la “lente” ocular) para que las imágenes cercanas puedan verse con nitidez.

El músculo ciliar, como el resto de los músculos del cuerpo, pierde elasticidad con el paso del tiempo y por tanto, capacidad para enfocar el cristalino y ver bien de cerca.

Síntomas

En torno a los 45 años empiezan a manifestarse los primeros síntomas de la presbicia y las personas empiezan a notar que algo falla cuando se dan cuenta de que necesitan que un libro o una revista esté a mayor distancia para poder enfocarlos.

Además de la disminución de la capacidad de enfocar objetos cercanos, las personas pueden tener dolor de cabeza y presentar fatiga ocular.

Prevención

La presbicia es una afección que aparece como consecuencia del envejecimiento, por lo que no existe ningún método eficaz para prevenir su aparición.

En los últimos años algunos expertos apuntaban a que la ingesta de suplementos nutricionales, como la luteína, y la realización de ejercicios oculares podría retrasar su aparición. Sin embargo, no se ha podido demostrar su eficacia.

Tipos

Esta patología no tiene ningún subtipo.

Diagnóstico

Para diagnosticar la presbicia, el especialista evaluará la visión cercana para poder determinar si el paciente necesita gafas o lentes de contacto.

Según el caso, el médico podrá pedir pruebas adicionales que permitan emitir el diagnóstico, como un examen de agudeza visual, un examen de refracción o un estudio de la retina, entre otros.

Fuente: https://cuidateplus.marca.com/

Publicado el

Beneficios del yogur y los probióticos para el tratamiento de enfermedades oculares

Desde hace varios, mucho se ha hablado de los grandes beneficios del yogur y los alimentos probióticos para mejorar nuestra salud en muchos aspectos. En este caso, un artículo científico publicado en una conocida revista defiende el uso de estos para prevenir enfermedades oculares.

Y es que el yogur cuenta con leche (lácteo) y azúcar, y es muy importante para nuestra nutrición debido a la fermentación de sus bacterias. Muchos profesionales han realizado multitud de estudios para que realmente se puedan confirmar todos estos beneficios en nuestro organismo.

Y debido al gran auge y al consumo mundial del yogur y otro tipo de probióticos naturales, cada vez son más frecuentes las publicaciones científicas relacionadas con este tema.

En este sentido, el doctor Carlos Vergés, director médico del Instituto Oftalmológico Quirónsalud Dexeus, y la doctora Verónica Ribas, jefa de la Unidad de Superficie ocular en el mismo centro, han publicado recientemente una editorial en la revista ‘Cataract & Refractive Surgery Today Europe’.

Esta editorial habla sobre el potencial uso del yogur y otros probióticos para equilibrar la microbiota ocular.

Previniendo así diversas patologías oculares como el DMAE (Degeneración macular asociada a la edad), conjuntivitis crónica, uveítis o glaucoma.

Fuente: https://www.tododisca.com/

Publicado el

Extensiones de pestañas: ¿son seguras para los ojos?

Las extensiones de pestañas, aplicadas con un pegamento semipermanente, son muy populares. Los oftalmólogos dicen que este procedimiento es seguro, siempre y cuando lo haga un esteticista profesional y el cliente tome sus precauciones.

Hay tres tipos de extensiones para las pestañas. Sintéticas, de seda y de mink (también son sintéticas, el nombre se refiere al aspecto). Vienen en variedad de tamaños y formas. Generalmente, un técnico las aplica en un salón de belleza. El proceso se hace con pinzas y puede tomar hasta dos horas, con los ojos cerrados durante ese tiempo.

¿Qué significa semipermanente? Que las pestañas falsas resistirán de tres a cuatro semanas, antes de caer junto con las pestañas naturales en el proceso normal.

La Academia Americana de Oftalmología (AAO) recalca que busque a un esteticista experimentado, en un lugar con las debidas medidas sanitarias y con químicos seguros para la piel.

La doctora Rebecca J. Taylor, vocera de la AAO, explica que de lo contrario puede haber trauma o infecciones en el párpado o en el ojo, así como reacciones alérgicas a la goma, y pérdida temporal o de larga duración de las pestañas naturales.

En el pasado, el pegamento solía tener el compuesto formaldehído, que puede causar dolor, comezón, enrojecimiento e hinchazón del ojo. Cabe indicar que las pestañas y la goma no están reguladas por organismos como la FDA, así que esté atento a cualquier reacción.

Observe cómo trabaja el esteticista. Frotar, arrancar o estirar las pestañas naturales puede causar daño permanente al folículo. Si alguna de las fibras llegara a quedar pegada bajo el párpado, sepa que la única manera de quitarla no es arrancándola, sino que debe ir al oftalmólogo para que la retire con una operación sencilla.

Publicado el

Por qué su color de ojos no coincide con el de sus padres

A la pregunta “¿en qué te fijas para juzgar el atractivo de una persona?”, son muchos los que responden que el color de los ojos es determinante. El color azul causa furor más que ningún otro, quizás por ser mucho menos frecuente que el marrón. Aunque, para raro y exclusivo, el color de la cautivadora mirada de la actriz Liz Taylor, de un tono violeta propio de la ciencia ficción.

En nuestra vida cotidiana es frecuente preguntarnos por qué hijos de los mismos padres han heredado colores de ojos totalmente diferentes. ¿Acaso no sigue un patrón convencional de típica genética mendeliana? ¿Qué determina este carácter? ¿Por qué, por ejemplo, hay más del doble de mujeres con ojos verdes que hombres?

El largo camino del color

La mayoría de las poblaciones del mundo tiene ojos de diferentes tonos de marrón. Sin embargo, en gentes de origen europeo existe mayor diversidad. Además del marrón —el más común— hay otros colores prácticamente ausentes en poblaciones de otros continentes. Entre ellos azul, gris, verde o ámbar.

Semejante variedad no puede existir por capricho. Si la evolución ha favorecido que existan diferentes tonos de iris debe ser por algo. Sin embargo, lo cierto es que tanto la función fisiológica del color del iris como sus posibles ventajas biológicas son un misterio.

Con el color de la piel no hay tanto desconocimiento. Sabemos que este carácter está asociado con la intensidad de la radiación ultravioleta. Y que la evolución selecciona una piel más clara a medida que nos alejamos del Ecuador.

Se debe a que es necesario que exista un equilibrio entre la protección de la piel frente a la radiación ultravioleta y la producción de vitamina D que es estimulada por los rayos del sol. Una piel excesivamente pigmentada en latitudes muy al norte (o al sur) daría lugar a una deficiencia de esta vitamina y problemas de salud, especialmente en la formación de los huesos. Pero nada de esto parece guardar relación directa con el color de los ojos.

Lo que sí sabemos es que el color del iris depende de tres parámetros fundamentales:

  • El tipo de pigmento, eumelanina para el marrón oscuro-negro y feomelanina de color rojizo.
  • La cantidad y distribución de melanosomas, es decir, de los pequeños sacos cargados de pigmento dentro de las células del epitelio.
  • Las variaciones en la estructura fina del iris, las encantadoras contracciones y los misteriosos nudos que podemos observar especialmente en personas de ojos claros.

¿Y qué hay de los genes? En 2007 se realizó el primer estudio de genoma completo en poblaciones europeas identificándose 10 genes implicados en este carácter. Este estudio fue posteriormente replicado y los genes confirmados por otro equipo de investigadores. Esto permitió desarrollar un sistema de predicción del color de los ojos en función de datos genéticos, el denominado Hirisplex.

Sin embargo, no era un sistema de predicción totalmente fiable. Funcionaba muy bien para discriminar entre ojos marrones y azules, pero para el resto de los colores era relativamente ineficiente.

¿Por qué? Pues porque se habían quedado cortos. Lo demuestra un estudio publicado este mismo año y basado en el mayor número de voluntarios reclutados hasta la fecha: casi 200.000. Los autores identificaron un total de 52 genes diferentes que influyen en el color de los ojos. ¡Más de medio centenar!

Parece claro que estamos ante un carácter biológico complejo donde los haya. Esto no se parece nada a la herencia de los grupos sanguíneos ni al color de las flores de los guisantes de Mendel que nos enseñaban en el instituto.

Genética de caracteres complejos

Es solo un ejemplo de lo que nos depara la llamada genética de caracteres complejos. Una de las grandes beneficiadas será la ciencia forense, dado que pronto podremos predecir a partir de una gota de sangre o de un trozo de hueso, no solo el color de la piel y los ojos, sino también otros caracteres morfológicos más complejos.

Sin ir más lejos, un estudio español reciente permitió conocer el aspecto de los cazadores del paleolítico. Eran negros de piel y con ojos azules, un fenotipo ausente en las poblaciones europeas actuales y absolutamente inesperado.

Fuente: https://www.eluniverso.com/

Publicado el

Síndrome de ojo seco, enfermedad crónica y poco atendida

Se cree que los problemas de visión y en general que afectan el ojo, tienden a ser subvalorados, de allí que la consulta oportuna se hace imperiosa a fin de evitar que los mismos tomen otra dimensión y su tratamiento llegue cuando ya es poco lo que se puede hacer.

Dentro de los padecimientos está uno que es muy frecuente y que no tiene que ver con el estado de salud de la persona, toda vez que se trata de una enfermedad multifactorial y crónica, por lo que una vez se hace evidente, su tratamiento será de por vida.

Estamos frente al síndrome de ojo seco, que consiste en un trastorno de la película lagrimal con dos causas muy marcadas. Una de ella obedece a un defecto propio de la producción de lágrimas o se da el caso de que éstas se produzcan de manera normal y luego se evaporen, afirma la oftalmóloga Shirley Pomares. En cualquiera de los dos casos, la molestia ocular es el primer indicio de la enfermedad.

Síntomas

Identificar el síndrome de ojo seco muchas veces no resulta fácil, toda vez que como se dijo anteriormente tiende a ser subvalorado el problema, indica la doctora Pomares, pero siempre empieza por sentir la sensación de cuerpo extraño en el ojo, también es muy factible que se presente enrojecimiento.

Generalmente el paciente empieza a parpadear más y apretar los ojos para aclarar su visión afectada por la incomodidad intermitente, es una sensación que suele confundirse con el cansancio que produce largas horas frente a una pantalla u otro oficio que requiera concentración visual. El párpado tiene la función compartida de la lubricación del ojo, sin embargo, cuando no hay suficiente humedad, el problema se hace más evidente.

Es importante anotar, que este padecimiento es más común en mujeres y aquí tienen que ver, además del uso regular de productos cosméticos, los cambios hormonales, afirma la doctora Shirley Pomares.

Evidentemente las alteraciones funcionales de la película lagrimal tienen un alto porcentaje en las posibilidades de padecer ojo seco, aunque la causada por evaporación se ha aumentado, teniendo en cuenta el alto uso de pantallas al que la mayoría de personas se somete en la actualidad.

Esto último obliga a disminuir el parpadeo y por tanto llega el ojo seco evaporativo, problema que va a requerir el uso constante de lágrimas artificiales, las cuales abundan en el mercado, preferiblemente la experta recomienda aquellas que están libres de preservativos.

El síndrome de ojo seco no tiene cura, pero su tratamiento, al depender del uso de la lágrima artificial, será llevadero en el tiempo, afirma la doctora Pomares.

Dentro de los factores desencadenantes de este problema, está el uso permanente de aires acondicionados, que de la misma manera cómo actúan causando sequedad en las vías respiratorias, se relacionan con el ojo seco evaporativo.

Al ser un problema que generalmente no recibe un tratamiento a tiempo, pero que causa molestias inmediatas, la automedicación es ese proceso que los especialistas quieren evitar, por lo que hacen un llamado a la visita regular al oftalmólogo, donde además se pueden detectar otros padecimientos, aunque no estén asociados.

En cualquiera de los casos, el ojo seco, por ser un padecimiento crónico, tiene el mismo tratamiento basado en el uso de gotas y es de advertir que como la mayoría de problemas visuales, aumenta con la edad.

Fuente: https://www.eluniversal.com.co/

Publicado el

Problemas oculares derivados de la COVID-19

Algunas personas con COVID-19 grave registran anomalías significativas en los ojos.

Ello hace necesario un examen ocular en estos pacientes para proporcionar el tratamiento y manejo adecuados de las manifestaciones oftalmológicas potencialmente graves de la covid.

Aunque cada día sabemos un poco más sobre el SARS-CoV-2 y su temible alcance. Hoy conocemos que, aunque este coronavirus tiene como principal diana al sistema respiratorio, después puede diseminarse hacia los ojos, provocando anomalías oculares como conjuntivitis, o retinopatía, una patología de la retina que puede llegar a provocar la pérdida de la visión.

En este sentido, Manuel Bergillos, oftalmólogo del Hospital Quirónsalud Córdoba, afirma que se conoce la existencia de SARS-COV-2 en muestras conjuntivales y lágrimas, por lo que puede producirse su transmisión por secreciones oculares.

“Al ser un virus de fácil diseminación, el contagio por vía ocular es una posibilidad real, así que es muy importante que, sobre todo el personal sanitario, siga medidas de protección ocular. El daño ocular relacionado con el virus de la COVID-19 puede producirse directamente en las estructuras oculares o llegando por vía sanguínea a la glándula lagrimal”, prosigue este especialista.

De hecho, destaca que el 30 % de los pacientes diagnosticados de COVID-19 presenta alteraciones oculares como conjuntivitis de tipo vírico folicular, que es la más común.

“Los ojos pueden verse afectados por el SARS-CoV-2 de manera primaria, entrando en contacto directo con la superficie ocular y el sistema inmunitario local, provocando una conjuntivitis vírica folicular con lagrimeo, hiperemia conjuntival (enrojecimiento de la conjuntiva, que es la membrana que recubre el ojo), y quemosis (hinchazón de la conjuntiva por el acúmulo de las sustancias que se generan por la inflamación).

Posteriormente el virus puede ser conducido hasta las vías respiratorias por vía lagrimal”, detalla el oftalmólogo.

Sobre esta conjuntivitis folicular insiste en que es similar a la que pueden generar otros virus, que no requiere de un tratamiento diferente al resto de conjuntivitis víricas, si bien alerta de que su importancia reside en que en un porcentaje de estos pacientes puede representar el inicio de la enfermedad.

El doctor mantiene igualmente que también puede producirse afectación ocular secundaria, llegando por vía sanguínea hasta la glándula lagrimal principal, así como a otros tejidos oculares como la retina, la úvea, y el nervio óptico.

“Así, ante la presencia del virus por vía endógena, la manifestación clínica más frecuente también es la conjuntivitis vírica inespecífica folicular y bilateral, con síntomas como ojo rojo, sensación de cuerpo extraño, lagrimeo abundante y visión borrosa.

En estos casos puede presentarse una retinitis (inflamación de la retina) con microhemorragias, y otras alteraciones visibles para el oftalmólogo en otras capas de la retina.

Puede producirse incluso afectación de la córnea y uveítis anterior, pero esto es poco común”, sostiene el doctor Bergillos.

Es importante recordar igualmente el papel del lavado de manos dado que el SARS-CoV-2 puede contagiarse por aerosoles y gotas que expulsamos al hablar o estornudar, y depositarse en objetos.

“Cuando tocamos un objeto contaminado y nos llevamos esas manos o dedos a la cara, por ejemplo a los ojos, podemos infectarlos con el virus. Por eso es súper importante el empleo de mascarillas, no llevarse las manos a la cara en la medida de lo posible, y el lavado de manos siempre”, incide el experto.

Fuente: https://www.efesalud.com/

Publicado el

Miopía: pandemia del siglo XXI

Hace 100 años los trabajos requerían más esfuerzo físico o mental, donde apenas se utilizaba la visión de cerca. Hoy en día la tecnología ha cambiado nuestra forma de ver el mundo y de utilizar nuestros ojos.

Con todo avance llega un hándicap y en uno de ellos es la miopía.

“En 2010 se estimaba que el 27 % de la población mundial era miope. En 2050 se espera que lo sea el 52 por ciento”, alerta Elisenda Ibáñez, optico-optometrista coordinadora de la Asociación Visión y Vida.

La miopía es la causa principal de mala visión en jóvenes y adolescentes. Este defecto refractivo dificulta enfocar los objetos que están lejos, por lo que se da una visión borrosa donde las imágenes se forman antes de llegar a la retina.

“El móvil va con nosotros como si fuera otro brazo y eso incrementa la miopía sobre todo entre la población joven”.

La Fundación MAPFRE, PantallasAmigas y Visión y Vida, en un webinar celebrado recientemente, se han marcado como objetivo concienciar sobre ello y dar herramientas a jóvenes, familias y docentes para cuidar la visión a través de un uso responsable de las pantallas.

Educar y concienciar

El tiempo de exposición ante las pantallas no deja de crecer. El problema se encuentra en la utilidad que hacemos de ellas, el tiempo de uso y el constante esfuerzo visual que nos exige.

“Incluir esta formación en las escuelas sería de gran utilidad ya que estamos usando las pantallas desde edades más tempranas, con propósitos más variados.”, afirma Jorge Flores, director de PantallasAmigas.

Durante el confinamiento, el trabajo, la formación y el ocio fueron digitales, una práctica que ha echado raíces y  parece haberse quedado con nosotros.

El estudio sobre “Cómo ha afectado el confinamiento a nuestra salud visual”, realizado por Visión y Vida, destaca como de uno de cada dos encuestados no notaba igual su visión tras el confinamiento, y uno de cada cuatro confirman que ha empeorado.

Los niños llegaron a utilizar las pantallas durante 4 y 8 horas al día, y un 22 % durante 8 horas o más. Esta rutina visual ha llevado a los jóvenes de 12 a 19 años a mostrar una salud visual en decadencia: 1 de cada 10 ha empezado a usar una compensación óptica por primera vez.

“Es necesario disminuir este crecimiento de la miopía y mitigar la sintomatología asociada al abuso del uso de pantallas”, aconseja Ibáñez.

Trabajar con pantallas

Borrosidad, dificultad para enfocar objetos o ver imágenes dobles son algunas de las consecuencias a las que los empleados que trabajan constantemente con pantallas se tienen que enfrentar.

La miopía se desarrolla en la niñez y aumenta a medida que el niño crece

Los expertos recomiendan tomar conciencia:

“Es importante que la población conozca y ayude a promover y aplicar pautas y hábitos de uso saludable en el hogar y educación formal, y reducir la exposición o cantidad de uso”.

Mónica Lovera, oftalmóloga del centro médico MAPFRE de Núñez de Balboa, recomienda trabajar en un espacio con luz natural o tenue. La distancia y la altura a la que se encuentre nuestra pantalla también es importante:

“El monitor debe estar más bajo que la mirada lejana para exponer menos la córnea. Si es portátil o un móvil la distancia deberá de ser 30-40 cm y si es un ordenador de sobremesa 1 metro por lo menos”

Otras de las recomendaciones básicas para proteger nuestra visión se encuentran en la “regla del 20-20-20”, es decir, 20 segundos de descanso cada 20 minutos de uso de pantallas mirando a 20 pies (6 metros).

Prevención

Desde edades tempranas los niños reflejan sus ojos en las pantallas. La doctora Lovera recomienda que los pequeños de 3 y 4 años se hagan una revisión anual ya que no suelen ser conscientes de lo que les pasa.

“Siempre es mejor un diagnóstico precoz que tardío. Los menores de dos años deben tener terminantemente prohibido el uso de pantallas”.

De esta forma se pueden prevenir trastornos visuales o disminuir su impacto: “La prevención de la miopía se basa en evitar que sea patológica”, dice Lluís Bielsa, óptico-optometrista y vicepresidente de la asociación Visión y Vida.

Pobreza visual

El número de personas que se enfrenta a la pobreza visual es cada vez mayor. La incapacidad de hacer frente al gasto en equipamientos ópticos ha llevado a que la asociación Visión y Vida trabaje junto a las administraciones para “incluir un bono que permita a las familias más necesitadas hacer frente a estos gastos”.

Según el Libro Blanco de la Visión, más de seis millones de españoles podrían estar en esta situación, y más ahora que la pandemia ha puesto a más familias en riesgo de vivir bajo el umbral de la pobreza.

Fuente: https://www.efesalud.com/

Publicado el

Las infecciones oculares graves aumentan a medida que continúa la crisis de opioides

Las infecciones oculares que amenazan la visión están aumentando en personas con adicciones a las drogas, según un nuevo estudio de JAMA Ophthalmology. Las hospitalizaciones por una infección ocular poco común llamada endoftalmitis endógena, aumentaron un 400% entre 2003 y 2016 entre las personas con antecedentes de uso de drogas intravenosas (IV).

La infección puede desarrollarse cuando las bacterias u hongos ingresan al torrente sanguíneo a través del uso de agujas sucias y luego se propagan a los ojos.

La endoftalmitis endógena es extremadamente rara. Pero puede tener consecuencias devastadoras.  

Cómo la adicción a los opioides puede provocar infecciones oculares peligrosas

El estudio encontró un aumento significativo en las infecciones oculares graves después de 2010 — el año en que los reguladores restringieron la prescripción de opioides. Los investigadores sospechan que las personas con adicciones a los opioides recetados, comenzaron a recurrir a drogas ilegales más económicas y más fáciles de conseguir.

Las drogas inyectables como la heroína y el fentanilo, se han vuelto peligrosamente populares en los últimos años. Las sobredosis de drogas alcanzaron niveles alarmantes durante la pandemia de COVID-19. La endoftalmitis endógena es una amenaza rara pero persistente a medida que continúa la epidemia de opioides. 

Reconocer y tratar la endoftalmitis endógena

Las personas con infecciones oculares graves desarrollan dolor, enrojecimiento e inflamación en los ojos, además de un empeoramiento de la visión. Se forma un absceso hinchado y lleno de pus en el ojo a medida que avanza la infección. Si no recibe tratamiento a tiempo, la infección puede extenderse a la retina y causar un daño irreparable a la visión.

Los médicos tratan estas infecciones inyectando antibióticos o medicamentos antimicóticos en el ojo. Los esteroides pueden reducir la hinchazón y la inflamación. Es posible que los cirujanos necesiten extirpar partes del ojo dañadas por una infección. Las personas con infecciones graves pueden necesitar que les extirpen todo el ojo para evitar que la infección se propague al cerebro.

Incluso después del tratamiento, algunos pacientes permanecen cegados por las cicatrices que se producen cuando la infección destruye la retina.

¿Cuándo debe buscar atención médica para una infección ocular?

La inflamación y el enrojecimiento de los ojos no siempre son signos de infección. Pero si tiene estos síntomas, es importante que consulte a un oftalmólogo lo antes posible. Las personas que usan medicamentos intravenosos deben ser sinceros con sus médicos para que puedan recibir la mejor atención posible.

Fuente: https://www.aao.org/