Un entropión es una patología ocular caracterizada por la rotación del párpado hacia dentro del ojo. Es el caso opuesto al ectropión, afección en la que el párpado gira hacia fuera de la superficie ocular.
Una mala posición de los párpados hace que estos no encajen correctamente a la hora de parpadear y surjan problemas de lubricación, ya que las lágrimas no pueden extenderse adecuadamente por el ojo. Además, en el caso concreto del entropión, hay que sumar el roce de las pestañas contra la córnea debido al giro del párpado.Si no se trata a tiempo, esta alteración puede causar lesiones corneales severas.
El entropión provoca una alteración en la forma normal del párpado y, más allá del problema estético que ello conlleva, puede ser responsable de molestias oculares, ojo seco, secreción mucosa (legañas), gran sensibilidad ante factores como la luz o el viento y, en último término, visión borrosa y problemas visuales.
Por otro lado, el roce constante las pestañas con la superficie ocular puede hacer que experimentes incluso dolor y fotofobia y, en casos severos, llegues a tener úlceras corneales que pueden complicarse con perforación ocular.
Falta de tono muscular: es la causa más frecuente de entropión y se debe a la debilidad de los tejidos asociada al proceso de envejecimiento, ya que los tendones y músculos encargados de mantener los párpados correctamente colocados sobre el ojo pierden fuerza y tensión.
Cicatrices: debidas a cirugías previas, quemaduras, traumatismos o ciertas enfermedades, pueden alterar la posición de los párpados sobre el ojo.
Procesos inflamatorios y estímulos irritantes de la superficie ocular: hacen que te frotes los ojos de manera vigorosa con la intención de aliviar las molestias, un gesto que puede provocar un espasmo en la musculatura palpebral y desencadenar un entropión espástico.
Fuente: https://miranza.es/patologias/entropion/