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México, entre los 20 países con más discapacidad visual

La citometría de flujo es una técnica muy útil en la investigación biomédica y ahora forma parte de los nuevos proyectos de la alianza entre la Unidad de Investigación de APEC-Hospital de la Ceguera con el Departamento de Investigación en Enfermedades Infecciosas (CIENI) del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER). 

Matilde Ruiz, directora de la Unidad de Investigación de la APEC (Asociación para Evitar la Ceguera en México), una institución de asistencia privada sin fines de lucro con más de un siglo de vida, explica que el objetivo de esta alianza es realizar investigación molecular de patología oftalmológica. 

Para ello se requieren instrumentos muy sofisticados, pero el CIENI cuenta con equipo y personal para realizar análisis moleculares muy específicos y trabajar en conjunto. 

De acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), a pesar de que el 80% de los casos de discapacidad visual son prevenibles o curables, alrededor 2 mil 200 millones de personas en todo el mundo sufren de algún impedimento visual. 

Ruiz precisa que el campo para abordar muchas patologías oftalmológicas es muy amplio y variado, y en nuestro país se requiere más investigación a fondo en el área oftalmológica. 

México se ubica entre los 20 países con mayor número de personas afectadas por discapacidades visuales. Según datos de la Sociedad Mexicana de Oftalmología, más de dos millones de personas viven con alguna deficiencia visual grave y alrededor de 420 mil personas son invidentes. 

La especialista pone el ejemplo de enfermedades autoinmunes oftalmológicas que pueden poner en riesgo la salud visual desde edades muy tempranas, como la llamada pars planitis. “Es una enfermedad muy agresiva que solamente ataca los ojos y puede provocar inflamación, desprendimiento de retina e incluso ceguera”, dice y explica que los niños con esta enfermedad necesitan tratamientos sistémicos durante muchos años de su vida, pero en realidad se sabe muy poco sobre qué células inflamatorias están involucradas para el desarrollo de este padecimiento al interior del ojo. 

“Este tipo de padecimientos solo afectan al ojo y los tratamientos sistémicos, tomados o inyectados, no llegan a controlar efectivamente los procesos infecciosos al interior del ojo. Buscamos analizar las células y ver qué marcadores tienen; identificarlas y tratarlas de atacar específicamente en un futuro”. Subraya que de esta forma se podrán desarrollar terapias más efectivas, como inyecciones intraoculares. Este tipo de tratamientos ya existen para otros padecimientos, como el caso de la degeneración macular en adultos, pero un mayor conocimiento de los procesos celulares involucrados en cada padecimiento, abriría el espectro para tratamientos más focalizados en cada enfermedad. 

Fuente: https://www.elsiglodedurango.com.mx/