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Enfermedades visuales infantiles

Ojo vago o ambliopía

La ambliopía u ojo vagoes una de las principales causas de pérdida de visión irrecuperable en los países desarrollados.

Esto puede ser debido a un defecto refractivo (miopía, hipermetropía, astigmatismo), a un estrabismo, a una catarata, o a cualquier defecto que no permita recibir al ojo una imagen suficientemente nítida.

Estrabismo infantil

 El estrabismo infantil es la desviación anormal de uno o ambos ojos del niño en alguna de las posiciones de la mirada.

Se pierde el paralelismo de los ejes oculares lo que provoca una alteración de la visión binocular. Esta falta de alineación hace que ambos ojos no puedan enfocar un mismo punto simultáneamente. Cuando ésto ocurre en la infancia se da un fenómeno de adaptación por el cual el cerebro selecciona la imagen de mejor calidad y desconecta la visión del otro ojo con lo que evita la visión doble que aparecería como consecuencia de no poder ver con ambos ojos exactamente la misma imagen.

Defectos refractivos 

Los defectos refractivos que pueden aparecer desde la infancia son la miopía, el astigmatismo  y la hipermetropía. Provocan una visión desenfocada, sin nitidez. Es muy importante su detección precoz porque pueden condicionar un bajo rendimiento escolar y hay que tener en cuenta que los niños pueden no quejarse, a pesar de estar notando una visión deficiente, por temor a necesitar gafas. 

Obstrucción del lagrimal

La obstrucción lagrimal en la infancia, lo que llamamos dacriocistitis congénita, ocurre cuando la vía lagrimal, que es la vía de eliminación de la lágrima desde el ojo a la nariz, no está completamente formada al nacer, está obstruida. En consecuencia, el niño tiene desde el nacimiento un lagrimeo constante y, en ocasiones, legañas. 

Sabemos que, en la mayoría de los casos, aproximadamente en un 90%, estas obstrucciones se solucionan
durante los primeros meses
 de vida de manera espontánea. Por esto, en principio, llevamos a cabo un tratamiento conservador con masajes en la zona del saco lagrimal y colirios antibióticos cuando sea necesario. Sólo en muy pocos casos en los que no se resuelve la obstrucción con estas medidas, debemos realizar un sondaje lagrimal. 

Durante su diagnóstico es importante descartar el glaucoma congénito, se trata de un glaucoma pediátrico que
tiende a ser bilateral, más frecuente en el sexo masculino y es causado por malformaciones durante el desarrollo (en el trabéculo y estructuras vecinas). Un glaucoma congénito provocará un buftalmo (aumento del diámetro corneal debido
a un aumento de la presión intraocular).

Inflamaciones pediátricas

Las inflamaciones pediátricas más frecuentes son: 

  • La blefaritis es una inflamación del borde palpebral que puede llevar asociadas alteraciones conjuntivales y/o corneales.
  • La conjuntivitis puede surgir por motivos víricos, bacterianos o alergia.
  • La queratitis o úlcera corneal se trata de una inflación corneal por sequedad ocular o provocada por distintas infecciones.
  • La celulitis es una inflamación periorbitaria que requiere un rápido diagnóstico. La causa principal en la infancia es la sinusitis etmoidal.
  • La uveítis es una inflamación intraocular relacionada con la artritis reumatoide juvenil u otros procesos infecciosos. 

Fuente: https://www.oftalvist.es/