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PANUVEÍTIS

La uveítis difusa o panuveítis es aquella en la que se afectan todas las estructuras intraoculares, existiendo inflamación en la cámara anterior del ojo, la cavidad vítrea y la retina y/o la coroides y/o los vasos retinianos. Son los procesos más graves y con frecuencia están relacionados con enfermedades generales.

Causas

Las panuveítis suelen asociarse a enfermedades generales como la enfermedad de Behçet, el síndrome de Vogt-Koyanagi-Harada o la sarcoidosis. También la tuberculosis, la sífilis y la infección herpética pueden producir verdaderas panuveítis.

La identificación del tipo de afectación ocular y de una serie de criterios clínicos obtenidos en la historia clínica, así como la valoración por parte de otros especialistas relacionados (reumatólogos, internistas, neurólogos, infectólogos, etc), y los resultados de algunas pruebas complementarias pueden permitir establecer el diagnóstico en estos casos. Con todo, siguen existiendo casos idiopáticos de panuveítis.

Síntomas

En este tipo de uveítis el ojo suele estar enrojecido por la inflamación de la parte anterior del mismo. La visión suele estar disminuida por múltiples causas como la turbidez del vítreo o del humor acuoso, así como la existencia de un posible edema de la mácula. Además, el paciente suele ver también “moscas volantes” por las opacidades existentes en el humor vítreo.

Tratamiento

Las panuveítis son los cuadros de uveítis más complejos de tratar. Una vez descartadas las causas infecciosas más frecuentes antes comentadas, suelen emplearse corticoides administrados en gotas para el componente de uveítis anterior y por vía oral para tratar la inflamación a nivel de la cavidad vítrea y de las estructuras del fondo de ojo, donde no son eficaces las gotas.

Cada enfermedad suele tener un tratamiento específico. Así, la afectación ocular de la enfermedad de Behçet es un cuadro grave que requiere de inicio corticoides e inmunosupresores para intentar preservar la visión de los pacientes. El síndrome de Vogt-Koyanagi-Harada suele precisar corticoides administrados a altas dosis, incluso en forma de bolos intravenosos durante unos días, para pasar luego a una pauta por vía oral de forma prolongada durante varios meses. Las enfermedades infecciosas requieren su tratamiento específico como se ha señalado en el apartado de uveítis posterior.

En el caso de que aparezcan secuelas como edema macular persistente, isquemia de la retina por falta de aporte vascular debida a la inflamación de los vasos, o formación de neovasos coroideos a  nivel de la mácula, éstas deben ser tratadas con las medidas oportunas además del tratamiento global para el control de la inflamación. Así, el edema de la mácula puede requerir inyecciones de corticoides perioculares (alrededor del ojo) o incluso dentro del ojo. La isquemia de la retina puede necesitar la fotocoagulación con láser de las zonas que no reciben aporte de sangre para evitar complicaciones futuras. Los neovasos coroideos por su parte, precisarán el empleo de inyecciones intraoculares de fármacos antiangiogénicos.

Fuente: https://www.oftalmoseo.com/

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RETINOPATÍA DIABÉTICA

La retinopatía diabética, una de las principales causa de ceguera en nuestro medio, es una complicación que provoca la diabetes debido a una serie de cambios en los vasos de la retina. Lo mas habitual es que afecte a ambos ojos. En los estadios iniciales las personas que presentan retinopatía diabética no notan ninguna alteración en la visión, pero según avanza la enfermedad suele causar disminución de la visión, que en algunos casos no es recuperable.

Causas

La duración y el mal control de las diabetes son los factores que contribuyen al desarrollo de la retinopatía diabética. Cuando los niveles de azúcar en sangre son muy altos durante mucho tiempo pueden dañar los capilares (pequeños vasos sanguíneos) que nutren a la retina. Con el tiempo, por estos vasos empieza a haber una fuga de liquido que causan edema (inflamación) o en otras ocasiones estos se pueden cerrar causando isquemia (retinopatía diabética no proliferativa).

Si no tratamos los problemas oculares tempranos producidos por la diabetes ésta puede evolucionar a una retinopatía diabética proliferativa, en la que el cierre de los vasos provoca que crezcan unos vasos nuevos anormales en la retina (llamado neovascularización). La neovascularización puede provocar sangrados dentro del ojo (hemovítreo), que cursa con disminución de la visión, así como glaucoma neovascular (daño del nervio del ojo que lleva la información de la visión al cerebro). Incluso, debido a estos nuevos vasos sanguíneos y el tejido fibrosos acompañante la retina puede contraerse llegándose a producir un desprendimiento de retina.

Síntomas

Como se ha comentado al inicio, los pacientes pueden tener retinopatía diabética y no tener sintomatología. Según progresa la enfermedad se puede llegar a presentar esta sintomatología:

  • Manchas, puntos o telarañas flotando en la zona de visión (denominadas miodesopsias)
  • Visión borrosa
  • Zonas de vacío o negras en la visión
  • Mala visión nocturna
  • Perdida de visión

Diagnóstico

La única manera de detectar y hacer un correcto seguimiento de la retinopatía diabética es mediante un examen oftalmológico. Este examen consta de diferentes partes.

  • Toma de la agudeza visual: Se mide cuanto ve el paciente
  • Examen en la lámpara de hendidura: Se trata de un microscopio que se utiliza para examinar la parte anterior del ojo: cornea, conjuntiva, iris…
  • Examen del fondo del ojo con dilatación de las pupilas: Se trata de poner unas gotas en los ojos para poder dilatar las pupilas y poder examinar la retina. El oftalmólogo utiliza una luz y una lente de aumento para valorar si hay algún signo de retinopatía diabética o daño.

Existen una serie de pruebas complementarias que se realizaran según los hallazgos en el examen del fondo de ojo y si se va a requerir algún tipo de tratamiento con laser. Tales como:

  • Angiofluoresceingrafía: En esta prueba se inyecta un colorante en el brazo y se realizan una serie de fotografías del fondo de ojo mientras el colorante esta pasando por los vasos de la retina. Esta prueba nos permite ver: la cantidad de vasos cerrados (isquemia), que vasos están provocando una salida de liquido y la detección de nuevos vasos anómalos (neovascularización) para poder plantear un tratamiento adecuado.
  • Tomografía de Coherencia Óptica (OCT): Se trata de una prueba no invasiva que realiza un escáner de la retina. Es especialmente útil para detectar y cuantificar el edema de macula (inflamación y acumulo de liquido en la zona de máxima visión de la retina).

Tratamiento

El mejor tratamiento de la retinopatía diabética es la prevención. Un control estricto de los niveles de azúcar en sangre reduce de forma significativa perdida de visión a largo plazo, además del control de otros factores como: la tensión arterial, el colesterol, los triglicéridos…

Los distintos tratamientos no curan la retinopatía diabética y habitualmente no restablecen una visión normal, pero si enlentecen la progresión de la perdida de visión.

  • Láser: Se trata de una luz que atraviesa la cornea, cristalino y vítreo sin actuar sobre los mismos para ejercer su acción sobre la retina. El láser se utiliza para reducir los vasos sanguíneos anómalos. El procedimiento se realiza bajo anestesia administrada en forma de gotas y con una lámpara de hendidura (microscopio que se utiliza para la exploración del ojo) asociada al láser. En caso los casos de retinopatía proliferativa es necesaria la realización de una panfotocoagulacion, que consiste en dar laser a toda la retina excepto la mácula. Se requieren varias sesiones para la realización de la misma y tras estas es normal que la visión sea borrosa.
  • Vitrectomía: Se trata de un procedimiento quirúrgico que se realiza en quirófano bajo anestesia local o general. Este puede ser necesaria en casos de hemorragia severa o persistente y desprendimiento de retina. En el acto quirúrgico mediante unas pequeñas incisiones realizadas en el ojo se retira la sangre del mismo y en el caso de que se haya producido además un desprendimiento de retina se libera también el tejido fibroso para que la retina vuelva a su lugar. Lo más habitual es que no se requiera ingreso hospitalario y sea necesario un tratamiento mediante gotas posterior a la cirugía.
  • Inyecciones intravítreas: Se trata de una serie de fármacos que se pinchan dentro del ojo. Se utilizan tanto medicación esteroidea como anti-VEGF. Los anti-VEGF actúan bloqueando una sustancia que contribuye al anormal crecimiento de los vasos llamada factor de crecimiento vascular endotelial (VEGF). Por tanto, los anti-VEFG ayudan a reducir el crecimiento de estos vasos anormales que son los causantes entre otras alteraciones del edema macular (de la inflamación de la zona de visión), reduciendo a su vez el edema. Estas se administran bajo anestesia en gotas y pueden requerirse múltiples inyecciones para mejorar la enfermedad.

Fuente: https://www.oftalmoseo.com/

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¿Qué es la Tonometría Ocular?

La tonometría consiste en la medida indirecta de la presión intraocular mediante el uso de un tonómetro. La presión intraocular es la presión ejercida por los líquidos contenidos en el interior del globo ocular (humor vítreo y humor acuoso) sobre las estructuras firmes del mismo.

La tonometría es realizada por especialistas: Por su Oftalmólogo o Tecnólogo médico.

En función del tipo de tonómetro utilizado, la tonometría se clasifica en:

1. Tonometría de contacto, que a su vez se clasifica en:

A. Tonometría por aplanamiento o Goldmann: consiste en la medida indirecta de la presión intraocular mediante el empleo de un tonómetro colocado en una lámpara de hendidura. Es le método más comúnmente utilizado.

B. Tonometría de rebote: consiste en la medida indirecta de la presión intraocular mediante la emisión de una sonda metálica microscópica dirigida contra la córnea; la medida de la velocidad a la cual la sonda se detiene al chocar contra la superficie corneal nos dará el valor de la presión intraocular.

2. Tonometría de no contacto o tonometría pneumática: consiste en dirigir una pequeña corriente de aire hacia la córnea con el fin de conseguir aplanarla, la medida de la presión de aire necesaria para aplanar la superficie de la córnea nos dará el valor de la presión intraocular.


¿Cómo se realiza el examen?

En la tonometría de aplanamiento el oftalmólogo instila una gota anestésica en cada ojo y utiliza colorante de fluoresceina durante el estudio; el paciente permanece sentado sin moverse en una habitación semioscura, deberá evitar pestañear y seguir las instrucciones mientras el médico realice la medición.

El uso de una u otra técnica dependerá de la experiencia del oftalmólogo y del material que tenga a su disposición.

Preparación para el examen

  • No requiere de preparación previa por parte del paciente
  • El paciente debe informar a su oftalmólogo si padece algún tipo de enfermedad sistémica u ocular, especialmente conjuntivitis o úlcera corneal y/o glaucoma, si toma algún tipo de medicación y de qué medicación se trata y si padece algún tipo de alergia farmacológica.
  • Si el paciente es portador de lentes de contacto, el oftalmólogo le pedirá su extracción antes de realizar la prueba.
  • El examen suele durar 5 minutos.


¿Qué se siente durante y después del estudio?

La tonometría de aplanamiento es indolora debido a que el oftalmólogo instila unas gotas de colirio anestésico en cada ojo previo a la realización de la prueba. Dado que es necesario el empleo de un colirio de fluoresceína durante el estudio, la conjuntiva de ambos ojos quedará teñida de coloración amarillo-anaranjado durante unas horas.

La tonometría de rebote y de no contacto son indoloras y no requieren del uso de anestésico ni de fluoresceína.

Riesgos del estudio:

  • Alergia a los fármacos utilizados durante la exploración (en la tonometría de aplanamiento)
  • Irritación o lagrimeo inmediatamente tras la administración del colirio anestésico o la fluoresceína (en la tonometría de aplanamiento)

Contraindicaciones del estudio:

  • Este estudio no presenta contraindicaciones

Para qué se realiza el estudio:

  • El estudio de la presión intraocular es una técnica sencilla y segura que permite detectar un aumento de las cifras de la tensión dentro del globo ocular, así como realizar un seguimiento de las mismas.

Es importante realizar un control de presión ocular después de los 40 años y si presenta antecedentes genéticos de familia con glaucoma.

Una elevación mantenida o muy brusca de las cifras de tensión intraocular pueden dar lugar a daños irreversibles del nervio óptico que pueden traducirse en una pérdida parcial o completa de la visión.

La tonometría es una prueba utilizada como ayuda al diagnóstico y al seguimiento del glaucoma. A veces se pide realizar tomas de presión en distintos horarios, se llama curva de tensión. Este examen es realizado por tecnólogo médico.

Las cifras de tensión intraocular y las cifras de tensión arterial son independientes aunque algunos pacientes hipertensos pueden presentar también cifras altas de tensión intraocular.

Fuente: https://www.clinicaisv.cl/

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¿Qué es la visión periférica?

La visión periférica es el campo de visión que se produce alrededor del foco central y tiene una gran importancia para apreciar los detalles. Por este motivo, es muy importante en nuestras actividades diarias, como leer o escribir, y en acciones que requieren gran precisión, como conducir o la práctica de ciertos  deportes.

Seguro que muchas veces te preguntas cómo es posible que los centrocampistas puedan pasar el balón a uno de sus compañeros que está en el lateral cuando ellos sólo miran al frente. La solución está en la mano de todos, es la visión periférica, que permite abarcar hasta casi 180º del ángulo de visión. Por ejemplo, cuando estás leyendo un libro no enfocas la visión en la palabra que lees, sino que abarcas el resto de la frase. Si sólo fijases la vista en una palabra en lugar de en el conjunto, la velocidad de lectura sería mucho más lenta y asimilarías menos información.

La visión periférica se puede aplicar en muchos ámbitos de tu día a día, pero sobre todo está presente en los deportes como el fútbol, el baloncesto y las artes marciales. Si te fijas en un equilibrista, no les hace falta mirar fijamente los malabares para conocer su trayectoria.

¿Para qué se usa la visión periférica?

En el fútbol jugadores como Fernando Redondo, Michael Laudrup (sin jugar de medio-centro), Pep Guardiola, Xavi y Guti, han demostrado su habilidad en este tipo de visión para ver huecos entre sus compañeros y los defensas contrarios. En muchas ocasiones, estos jugadores se han anticipado a la jugada y antes de recibir el balón ya sabían dónde tenían que enviarlo, pero en otras ocasiones no es así y han hecho uso de su visión periférica para no mirar fijamente a nada y poder verlo todo.

En ajedrez los grandes maestros no miran fijamente a ninguna ficha, al mirar el tablero con la vista relajada pueden visualizar los movimientos de las próximas jugadas.

A la hora de conducir también nos es útil este tipo de visión debido a que al mirar de forma relajada sin enfocar la vista en ningún punto específico podemos ver los movimientos del resto de coches.

Ejercicios para mejorar la visión periférica

Existen diversos ejercicios y métodos para entrenar la visión periférica y, de esta forma, mejorarla y optimizarla, lo que nos puede proporcionar múltiples beneficios en nuestro día a día, como leer o escribir más rápidamente y con más precisión. También podemos conseguir basantes ventajas competitivas en multitud de deportes o conducir con más pericia y seguridad.

Fuente: https://www.clinicabaviera.com/

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¿Qué es la presbicia?

La presbicia es cuando los ojos pierden gradualmente la capacidad para ver objetos de cerca. Es una parte normal del envejecimiento. De hecho, la palabra “presbicia” (proveniente del griego), significa “ojo viejo”. Puede comenzar a notar la presbicia poco después de los 40 años. Es probable que sostenga a una distancia mayor lo que está leyendo para poder leer claramente.

¿Cuáles son las causas de la presbicia?

El cristalino transparente se apoya en el interior del ojo, detrás del iris de color. Cambia de forma para enfocar la luz sobre la retina para que usted pueda ver. Cuando usted es joven, el cristalino es suave y flexible, y puede cambiar de forma fácilmente. Esto le permite enfocar objetos tanto de cerca como de lejos. Después de los 40 años, el cristalino se vuelve más rígido y no puede cambiar de forma fácilmente. Esto dificulta la lectura, se hace más difícil enhebrar una aguja o hacer otras tareas que requieren ver de cerca.

No hay manera de detener ni revertir el proceso normal de envejecimiento que causa la presbicia. Sin embargo, la presbicia puede corregirse con anteojos, lentes de contacto o cirugía. Si no corrige la presbicia, puede sentir molestia causada por dolores de cabeza y fatiga ocular.

Tratamiento de la presbicia

Usar anteojos de lectura

Si la presbicia es el único problema que tiene en la visión (no tiene miopía, hipermetropía ni astigmatismo), puede que sólo necesite anteojos. Los anteojos de lectura ayudan a corregir los problemas de visión de cerca doblando (refractando) la luz antes de que ingrese en el ojo. Puede comprarlos sin receta, pero la graduación específica de sus anteojos de lectura que usted necesita debe ser determinada por un examen ocular.

Lentes bifocales, trifocales o progresivos

Si ya usa anteojos para otros problemas de visión, ahora necesitará lentes bifocales, trifocales o progresivos.

  • Los bifocales corrigen la visión de cerca y de lejos. Una línea que puede ser vista o no, divide el lente. La parte inferior del lente refracta la luz para la visión de cerca. La parte superior refracta la luz de manera que pueda ver objetos distantes.
  • Los trifocales tienen tres zonas en el lente para corregir la visión de cerca, la visión intermedia y la visión de lejos.
  • Los lentes progresivos corrigen la visión como los bifocales y los trifocales. Sin embargo, en lugar de tener una línea que divide cada área refractiva, la refracción cambia gradualmente en el lente desde arriba hacia abajo.

Lentes de contacto

Algunas personas prefieren usar lentes de contacto en lugar de anteojos. Existen dos tipos de lentes de contacto que ayudan a tratar la presbicia:

  • Contactos de monovisión. Estos lentes de contacto corrigen la visión de un ojo para ver de lejos y del otro para ver de cerca. Es necesario adaptarse a los lentes de monovisión y entrenar al cerebro para ver de esta manera. Puede notar que pierde la capacidad para determinar la distancia o velocidad de algo cuando usa lentes de monovisión.
  • Contactos multifocales. Estos lentes tienen diversos anillos o zonas con diferentes graduaciones. Con este diseño, se utiliza tanto la visión de cerca como la de lejos al mismo tiempo. Sin embargo, su cerebro aprende a escoger el enfoque adecuado automáticamente para lo que quiere ver. Usar un lente multifocal quizá le ofrezca una visión menos nítida que cuando usa un lente monofocal.

Cirugía refractiva

Algunas personas deciden someterse a una cirugía para conseguir monovisión. Esto puede disminuir la necesidad de usar anteojos para ver objetos de cerca y de lejos.

Con un láser, el oftalmólogo cambia la forma de la córnea para una visión clara de lejos en un ojo y de cerca en el otro. En muchos aspectos es como usar lentes de contacto de monovisión. Su oftalmólogo puede recomendarle que pruebe los lentes de monovisión antes de someterse a la cirugía de LASIK. De esta manera, sabrá si la monovisión es una opción cómoda para usted.

Fuente: https://www.aao.org/

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Membrana epirretiniana macular

La membrana epirretiniana es un tejido fibroso que crece en la superficie de la mácula (zona central de la retina) traccionando de ella y arrugándola. Cuando este tejido retiniano o membrana se contrae y se arruga puede causar una disminución de la agudeza visual y la deformación de las imágenes. Está presente, aproximadamente, en el 2% de los pacientes mayores de 50 años y aumenta hasta el 20% en pacientes con más de 75 años. También se puede denominar fibrosis premacular, membrana o maculopatía en celofán o membrana epimacular, aunque la denominación más aceptada es membrana epirretiniana.

¿Qué síntomas provoca?

Las manifestaciones clínicas de las membranas dependen de su grosor y del grado de tracción que inducen sobre la retina.

Pueden variar desde ausencia de síntomas a una importante metamorfopsia (deformación de los objetos) incluso incapacitante, micropsia (ver los objetos más pequeños), fotopsia (ver destellos luminosos), macropsia (ver los objetos más grandes), diplopía (ver los objetos dobles), aniseiconía (ver los objetos de diferente tamaño de un ojo al otro) y pérdida de visión (sobre todo de la visión en el centro del campo visual).

¿Cuáles son sus causas? 

Las membranas epirretinianas son más frecuentes en mujeres a partir de los 50 años. En la mayor parte de los casos no se encuentra más causa para su aparición que un desprendimiento de vítreo y reciben el nombre de membranas epirretinianas idiopáticas.

Existen diferentes tipos de membrana, por lo que también se pueden encontrar membranas epirretinianas secundarias a otras enfermedades, tales como la miopía, el desprendimiento de la retina, los traumatismos oculares o las inflamaciones intraoculares.

Las membranas epirretinianas suelen afectar a un solo ojo, aunque en ocasiones pueden verse afectados los dos.

Las membranas se forman porque crecen en la superficie de la retina células que segregan colágeno y células con capacidad contráctil. El resultado es un tejido fibroso que crece en la superficie de la retina y tira de ella.

¿Cómo se realiza la exploración? 

La herramienta esencial para el diagnóstico de las membranas epirretinianas es la tomografía de coherencia óptica (OCT) porque con ella se puede identificar con precisión cualquier cambio en la superficie de la retina o en alguna de sus capas.

Gracias a la OCT se pueden diagnosticar algunas alteraciones del fondo de ojo que causan las membranas, como agujeros lamelares (agujero de espesor parcial de la retina) o pseudoagujeros maculares (falsos agujeros).

Fuente: https://www.clinicabaviera.com/

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¿Cómo se trata el retinoblastoma?

El tratamiento del retinoblastoma depende del tumor y de si el cáncer se ha propagado hacia otras áreas. El objetivo del tratamiento es salvar la visión siempre que sea posible.

Quimioterapia

La quimioterapia es un tratamiento farmacológico. Consiste en enviar sustancias químicas por todo el cuerpo para matar las células cancerosas. La quimioterapia puede ayudar a encoger un tumor de manera que sea posible emplear otro tratamiento en las células cancerosas restantes. También puede usarse para tratar el cáncer que se ha diseminado más allá del globo ocular a otras partes del cuerpo.

Radioterapia

La radioterapia utiliza rayos de alta energía para matar las células cancerosas. En algunos casos, se coloca un disco pequeño de material radioactivo en el tumor o cerca de este. Este disco se deja en su lugar durante un tiempo para matar las células cancerosas. En otros casos, la radiación se dirige hacia tumor desde fuera del cuerpo. Una máquina grande emite los rayos de energía en dirección al tumor.

Tratamiento con láser

Puede usarse un láser para destruir los vasos sanguíneos que alimentan al tumor y, así, matar las células cancerosas.

Tratamiento con frío (crioterapia)

Se utiliza una sustancia extremadamente fría (como el nitrógeno líquido) para congelar las células cancerosas. Una vez que las células están congeladas, la sustancia se extrae y las células se descongelan. Este proceso de congelamiento y descongelamiento se repite varias veces hasta matar las células cancerosas.

Tratamiento con calor (termoterapia)

Se dirige calor extremo a las células cancerosas para matarlas.

Cirugía (enucleación)

Si el tumor creció demasiado, por lo que no es posible realizar otros tratamientos, puede ser necesaria una cirugía para extraerle el globo ocular. Esto puede ayudar a prevenir que el cáncer se disemine a otras partes del cuerpo.

Después de extirpar el globo ocular, el cirujano coloca un implante de ojo artificial en la cuenca del ojo. Los músculos del ojo se adhieren al implante. Eventualmente, los músculos del ojo podrán mover este implante, así como lo hacían con el ojo natural. Sin embargo, el globo ocular implantado no puede ver.

Varias semanas después de la cirugía, se puede hacer un ojo artificial hecho a la medida del paciente que se asemeje al ojo sano. Este nuevo ojo encaja sobre el implante de ojo y se apoya justo debajo de los párpados, como un ojo natural. Nuevamente, vale aclarar que este ojo no verá. Sin embargo, el mismo lucirá y se moverá así como el ojo sano.

La extracción de un ojo afectará la visión del niño. Sin embargo, con el tiempo, la mayoría de los niños se adaptan muy bien. En muchos casos, no se nota que el niño tiene un ojo artificial.

Fuente: https://www.aao.org/

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¿Qué es la heterocromía?

La heterocromía es una alteración de la pigmentación en la que los iris de los ojos son de color distinto. Se trata de una especie de mutación que hace que los ojos cambien de tonalidad por falta de melanina. Esta anomalía se presenta con poca frecuencia y está relacionada con nuestros genes, por lo que suele ser de nacimiento. No obstante, hay algunas patologías que pueden producir cambios en la coloración de nuestros iris.

Además, puede afectar a los ojos de forma parcial o total. Es decir, que los dos ojos pueden ser de colores distintos (heterocromía iridium, completa o total) o tener tan solo una pequeña parte del iris de un color distinto al resto (heterocromía iridis o parcial). A continuación te detallamos qué tipos de heterocromía existen.

Tipos de heterocromía

Heterocromía completa o iridium

Es aquella en la que cada ojo tiene un color distinto. Es frecuente en animales como los caballos, gatos y los perros, pero también puede afectar a personas.

Heterocromía parcial o iridis

Tan solo afecta a una parte del iris, de manera que una persona presenta dos colores distintos dentro del mismo ojo.

Heterocromía central

Aparece en la parte central del iris, que tiene un color distinto al de la parte periférica, formando un anillo central alrededor de la pupila.

Causas de la heterocromía

Las causas que originan esta anomalía pueden ser muy diversas, aunque lo más común es que la persona nazca con esta característica y que esta no suponga ninguna alteración en la visión. En función del momento de su aparición, podemos distinguir entre dos tipos de heterocromía:

  1. Congénitaaparece en la infancia, en el momento en el que el ojo adquiere su coloración definitiva, y suele ser de origen genético, aunque podría estar asociada a alguna enfermedad.
  2. Adquiridaaparece a lo largo de la vida como resultado de alguna lesión o enfermedades de base. Este es el caso del famoso cantante David Bowie que inicialmente tenía los dos ojos azules, pero de pequeño sufrió un traumatismo donde la herida en el ojo izquierdo le provocó una coloración distinta y una dilatación permanente de la pupila.

Fuente: https://www.masvision.es/

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La importancia crucial de la cirugía de cataratas

Al margen de las afecciones que puedan surgir, con el paso de los años los ojos sufren un desgaste natural, que con el tiempo provoca la pérdida de transparencia del cristalino y una enfermedad que se conoce como cataratas.

El cristalino tiene la función de enfocar las imágenes percibidas -con el fin de ver correctamente- en una especie de pantalla fotoeléctrica llamada retina, ubicada en el fondo del ojo. A su vez, la retina condensará la información eléctrica y la distribuirá hacia las áreas visuales del cerebro, en donde realmente ocurre el proceso visual, dándole sentido a la percepción.

Lo que se ve, se procesa mentalmente y luego va formando parte de la realidad: imágenes que se acumulan a lo largo de toda la vida, que se almacenan y forman recuerdos, que estimulan la evocación de pensamientos, y otras que producen reacciones y nos llevan a tomar decisiones.

En síntesis, el sentido de la visión guía, de una forma u otra, las acciones del presente de toda persona. En tanto, quienes han perdido la visión a temprana edad o nunca han tenido esta capacidad, desarrollan mecanismos compensatorios en el resto de los sentidos en el cerebro.

Ahora bien, cuando hay una disminución de la visión en un adulto mayor, estos mecanismos compensatorios, que son cerebrales, son más lentos e incluso nulos, en algunos casos. Por eso, resulta lógico pensar que, si un adulto mayor va perdiendo la visión, también tendrá una alteración de su estado mental y, por ende, de su calidad de vida. Los años no vienen solos y es normal que los ojos atraviesen problemas relacionados con la edad. Y si bien las cataratas son reversibles en su totalidad, aún es grande el porcentaje de personas, en todo el mundo, que quedan ciegas a causa de esta patología.

Fuente: https://www.rionegro.com.ar/

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¿Qué es la retina y cuál es su función?

La retina es una capa de tejido nervioso que recubre el ojo por su parte interior y cuya función es recoger los estímulos luminosos, procesarlos y transmitirlos a nuestro cerebro.

Por tanto, su misión es fundamental en nuestro día a día: la luz llega a través de la córnea, cruzando la pupila y el cristalino hasta que llega a la retina, siendo necesario que todas estas estructuras estén sanas para una buena visión.

Aunque Herófilo de Caledonia la describió hace más de 2000 años como una red (de ahí su nombre), estudios posteriores han demostrado que la retina tiene una estructura compleja, con diferentes capas y un entramado de células nerviosas que viajan hasta el cerebro por el nervio óptico.

Las partes de la retina son la papila óptica, la arteria y vena de la retina, la mácula, la fóvea, la retina periférica o vítreo. Y cualquier problema en una de ellas disminuye considerablemente nuestra capacidad visual.

Enfermedades de la retina más habituales

Una de las enfermedades de la retina más comunes es el “desprendimiento”, que afecta tanto a personas miopes como a personas sin miopía, y que está causado por el humor vítreo.

El humor vítreo (o vítreo) es un gel transparente que rellena la cavidad de dentro del ojo. Íntimamente adherido a la retina, contiene en su interior pequeñas condensaciones de colágeno que podemos ver cuando miramos una superficie blanca o al cielo en un día claro como pequeños puntos negros.

Estas “moscas volantes” son totalmente normales, pero, con el tiempo, pueden cambiar y aumentar de forma significativa, llegando a producir tirones de la retina y la rotura de la misma. A veces, incluso puede producirse un desgarro o desprendimiento. En estos casos, la recuperación visual dependerá del diagnóstico y del tratamiento precoz, de ahí la importancia de consultar con el médico o acudir a nuestro oftalmólogo ante los primeros síntomas.

Otras enfermedades habituales de la retina son:

Degeneración macular asociada a la edad (DMAE). Se produce cuando existe una afectación de la mácula en mayores de 50 años. La degeneración macular es la primera causa de ceguera en el mundo y puede permanecer asintomática durante años. Los síntomas suelen aparecer en fases avanzadas, siendo los más comunes las imágenes distorsionadas y los defectos centrales en la visión.

Retinopatía diabética. Se trata de una complicación de la diabetes debido al daño que provocan los altos niveles de azúcar en sangre en los vasos sanguíneos retinianos, que pueden sufrir hemorragias, inflamación, edema o isquemia. La retinopatía diabética puede llevar a una pérdida irreversible de visión, de ahí la importancia de la detección precoz de estas lesiones. Algunos de sus síntomas son aumento de moscas volantes, visión borrosa, visión nocturna deficiente, colores atenuados o pérdida brusca de visión.

Agujero Macular. En estos casos, los pacientes tienen una apertura circular en la mácula, que es la zona central de la retina. La mayoría de las veces se desconoce su causa, aunque en ocasiones puede asociarse a traumatismos, alta miopía, desprendimiento de retina o edema macular. El agujero macular produce visión borrosa central y distorsión de las imágenes que pueden ocasionar pérdida de visión permanente.

Membrana Epirretiniana. Asociada a pacientes con cirugías en los ojos o que han sufrido inflamaciones oculares, esta membrana se forma sobre la retina, en concreto en la mácula, y produce un arrugamiento de la misma, causando pérdida de visión y distorsión de las imágenes.

Oclusión venosa retiniana. La hipertensión, la diabetes o la hipercolesterolemia pueden provocar diferentes complicaciones en la visión, entre ellas la pérdida súbita e indolora de agudeza visual de un ojo. A veces, esta pérdida puede derivar en patologías más graves, como el edema macular, el desprendimiento de retina o el glaucoma.

Distrofias coriorretinianas. Se trata de un conjunto heterogéneo de enfermedades hereditarias que afectan a la retina y/o coroides y causan pérdida progresiva y severa de visión. Aunque actualmente no tiene cura, los investigadores buscan un tratamiento para las distrofias coriorretinianas basado en la terapia génica y celular.

Fuente: https://murciaplaza.com/