¿Cómo llega el COVID-19 a los ojos?
Las personas responden de diferentes formas a las infecciones por COVID-19. Si bien algunas personas desarrollan problemas respiratorios de leves a graves, otras no experimentan ningún síntoma. El ojo rosa sigue siendo el signo más común de COVID-19 en los ojos de niños y adultos.
Los médicos aún están aprendiendo cómo el COVID-19 afecta los ojos. Pero está claro que algunas personas con COVID-19 experimentan inflamación en todo el cuerpo. Esta inflamación puede provocar la formación de coágulos de sangre. Estos coágulos pueden viajar a través del cuerpo y llegar a las venas, las arterias y los vasos sanguíneos del ojo.
Efectos del COVID-19 en la retina
Un nuevo estudio sugiere que pocas personas con COVID-19 desarrollarán problemas de visión. Pero cuando esos problemas ocurren, pueden ser leves o pueden poner en peligro su visión. Muchos de estos problemas afectan la retina — una capa de células sensibles a la luz en la parte posterior del ojo, que juega un papel clave en su visión.
Según el nuevo análisis, los siguientes son cuatro de los problemas de visión más comunes que pueden desarrollarse después de la infección por COVID-19.
1. Manchas de “algodón”
Cuando los coágulos de sangre impiden que los nutrientes lleguen a la retina, el tejido de la retina comienza a hincharse y muere. Si el médico examina su ojo de cerca con una tomografía de coherencia óptica, esta área se ve blanca y esponjosa como un algodón (como se muestra en la imagen de arriba). Estas manchas no suelen afectar la visión de una persona.
2. Derrame cerebral (también llamado oclusión de la arteria retiniana)
Los coágulos de sangre en las arterias de la retina pueden bloquear el flujo de oxígeno, y provocar la muerte de las células. Esto se conoce como oclusión de la arteria retiniana o accidente cerebrovascular ocular. El síntoma más común de un derrame cerebral es la pérdida de visión repentina e indolora.
3. Oclusión de la vena centra de la retina
Cuando una vena de la retina se bloquea, la sangre no puede drenar correctamente. La acumulación de sangre eleva los niveles de presión dentro del ojo, lo que puede causar sangrado, hinchazón y fugas de líquido. Las personas con esta complicación pueden desarrollar visión borrosa o incluso ceguera repentina y permanente.
4. Hemorragia retiniana
Esto ocurre cuando los vasos sanguíneos de la retina comienzan a sangrar. A veces es causado por una oclusión de la vena retiniana. Una hemorragia puede provocar puntos ciegos y pérdida gradual o repentina de visión.
Fuente: https://www.aao.org/