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¿Qué es la fotofobia o sensibilidad a la luz?

La fotofobia es la molestia ocular que se produce ante una iluminación excesiva. Puede causar dolor en los ojos pero no se trata de una enfermedad, sino de un síntoma que puede indicar el padecimiento de una patología ocular o que afecte al sistema nervioso. Es frecuente en las personas con albinismo.

Quienes presentan fotofobia sienten la necesidad de cerrar los ojos ante fuentes de luz intensas, y manifiestan lagrimeo y enrojecimiento. También pueden presentar otros síntomas como mareo, cefalea, problemas de visión, náuseas y vómitos.

Causas de la fotofobia

Por características propias del ojo

En las personas con ojos claros, el iris presenta menor pigmentación, dejando pasar una mayor cantidad de luz, esto hace que sean más sensibles.

Quienes sufren mayores molestias por este motivo son las personas albinas. También se ven afectadas quienes están en período postoperatorio tras una intervención ocular.

Por traumatismos

Sufrir un traumatismo en la córnea puede hacer que la sensibilidad a la luz aumente. Un traumatismo puede no tener mayor complicación, pero cuando una partícula se incrusta en el ojo, puede causar problemas como úlceras.

Las personas que usan lentillas son más propensas a sufrir heridas en los ojos. Esto puede ocurrir cuando no se realiza una higiene adecuada de las lentillas, o cuando no se cambian en el período indicado.

Por patologías oculares

La fotofobia puede ser síntoma de una enfermedad de los ojos como la conjuntivitis, la uveítis o la iritis.

Por problemas neurológicos

También es común la fotofobia en personas que padecen migrañas o cefaleas. De hecho las personas que tienen migrañas, sufren de sensibilidad a la luz incluso cuando no están padeciendo un episodio.

Por consumo de fármacos y drogas

Consumir ciertos fármacos y drogas pueden afectar al sistema nervioso, y tienen como efecto secundario la sensibilidad a la luz. Estas sustancias dilatan la pupila de manera artificial.

Por cirugía refractiva

Otra de las causas comunes de la fotofobia también puede deberse tras una operación de miopía, hipermetropía y/o astigmatismo. 

Síntomas de la fotofobia

Si sufres fotofobia podrías notar además alguno de estos síntomas:

  • Picor continuo en los ojos.
  • Molestias oculares y necesidad de entrecerrar o cerrar los ojos ante una luz intensa.
  • Lagrimeo excesivo.
  • Enrojecimiento o inflamación de los ojos.
  • Dolores de cabeza.
  • Rigidez cervical.
  • Visión borrosa.
  • Náuseas y mareos.

En algunos casos la luz en exceso puede llegar a provocar dolor ocular. Las personas con fotofobia suelen necesitar gafas oscuras incluso en entornos cerrados.

Diagnóstico de la fotofobia

Se debe acudir a un profesional médico cuando la sensibilidad a la luz es intensa o produce dolor, también cuando se manifiesta enrojecimiento de los ojos, visión borrosa, dolor de cabeza, o las molestias no desaparecen en uno o dos días.

En la consulta el oftalmólogo llevará a cabo una evaluación ocular, y realizará una serie de preguntas para determinar la gravedad del problema y la causa que lo origina.

Tratamiento de la fotofobia

Para evitar o reducir la fotofobia, es necesario tratar la patología que la origina. Es importante tratar el problema de raíz para evitar que los síntomas se mantengan por más tiempo.

A las personas que sufren fotofobia se les recomienda el uso de gafas oscuras con protección lateral para evitar que la luz afecte a los ojos. En casa es recomendable reducir las luces y bajar las persianas para evitar la luz del sol.

No se recomienda conducir si se padece una enfermedad que ocasiona  fotofobia, sin embargo aquellas personas que la sufren sin una causa patológica, deberían utilizar gafas de sol polarizadas.

Otra opción es usar gafas con lentes fotocromáticas, que se oscurecen o aclaran en función de la cantidad de luz que haya en cada momento.

Prevención de la fotofobia

Si el  episodio de fotofobia no es síntoma del padecimiento de una enfermedad o un agente externo, y sabemos que puede tratarse de un problema transitorio se debe evitar la luz del sol, usar gafas de sol polarizadas y atenuar la intensidad de la luz en la habitación donde se encuentre.

Si la luz en exceso produce molestias en tus ojos, es recomendable que acudas a un especialista para determinar la causa que provoca la fotofobia, y así poder asignar un tratamiento adecuado para dar solución a la patología que la origina.

Fuente: https://www.oftalvist.es/