La alta miopía, también denominada miopía magna o miopía patológica, ocurre si tienes más de 6-8 dioptrías. Es mucho menos frecuente que la miopía simple y, más allá del problema de enfoque que supone, puede desencadenar distintos tipos de complicaciones oculares. Esto se debe al mayor alargamiento del ojo miope, que, en el caso de la alta miopía, puede estar por encima de los 28 milímetros. Como consecuencia de este excesivo crecimiento del globo cular –que suele iniciarse en la infancia y continuar en la edad adulta–, las capas internas del ojo, como la retina, sufren un estiramiento y son cada vez más delgadas y frágiles.
Por este motivo, si tienes alta miopía es muy importante que acudas al oftalmólogo de forma regular, tanto para seguir la evolución del defecto refractivo y proporcionarte la corrección adecuada, como para detectar y tratar precozmente lesiones y daños oculares asociados.
Cuanto mayor sea el número de dioptrías, más borrosa será tu visión de lejos. Además, algunas de las complicaciones que pueden desencadenarse de la alta miopía en el fondo del ojo pueden provocarte distintos síntomas visuales que no debes pasar por alto y requieren revisión.
Aunque se desconocen las causas exactas que la provocan, la alta miopía tiene un componente genético y, por ello, suele haber antecedentes familiares.
A su vez, el hecho de tener un elevado número de dioptrías aumenta el riesgo para la visión y, por ejemplo, multiplica más de 10 veces las probabilidades de sufrir un desprendimiento de retina. Otras complicaciones en el fondo del ojo pueden ser el agujero macular, la membrana epirretinana macular o la degeneración macular miópica –que afectan a la visión central–, así como hemorragias, alteraciones en el gel vítreo etc.
Fuente: https://miranza.es/patologias/alta-miopia-magna/