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La primera mujer en dirigir la Asociación para Evitar la Ceguera

La doctora Valeria Sánchez Huerta es la primera mujer en 102 años en convertirse en directora general de la Asociación para Evitar la Ceguera en México (APEC), algo que, en sus propias palabras, es un orgullo, pero también una gran responsabilidad.

La doctora Sánchez estudió la carrera de médico cirujano en la Facultad Mexicana de Medicina, en la Universidad La Salle. Posteriormente, se formó como médico oftalmólogo con alta especialidad en córnea y refractiva por la Asociación Para Evitar la Ceguera en México.  

Fue en APEC Hospital de la Ceguera donde inició su carrera en la oftalmología y desde el 2010 se ha desempeñado como médico adscrito del Servicio de Córnea y Cirugía Refractiva, como coordinadora de trasplantes y de tejidos y durante cuatro años fungió como jefa de Enseñanza.

Adicionalmente, desde 2009 ha ocupado la Dirección Médica del Sanatorio Oftalmológico Mérida.

La especialista detalla que su interés por la oftalmología nació desde que era muy joven; realizó su servicio social en el Hospital de la Ceguera en el 2000 y tras hacer un año de investigación fue cuando decidió dedicarse por completo a esta rama de la medicina.

La oftalmología, según la doctora Sánchez, abarca cualquier padecimiento que afecte la calidad de visión o la agudeza visual. En ese sentido, se estudian problemas de la córnea, de la retina, cataratasglaucoma, neurooftalmología y oftalmopediatría, entre otros.

Actualmente existen 13 altas especialidades que estudian cada uno de los padecimientos que pueden afectar la visión.

Problemas visuales son un golpe a la calidad de vida y la economía

“La importancia de esta rama de la medicina es que cuando un paciente pierde la visión o le baja, sufre un impacto muy fuerte en su calidad de vida y en su relación con la sociedad. Además, también hay un impacto en los familiares porque ahora la persona depende ellos”, destaca la experta.

“Por cada persona con una baja visual importante en una familia, uno o dos miembros de esta deben dejar de trabajar para cuidarlo”, agrega.

Debido a ello, el impacto económico también es grave porque es un paciente que no trabaja y que además necesita de los cuidados de alguien más.

La primera mujer en dirigir la Asociación para Evitar la Ceguera

(Foto: APEC Hospital de la Ceguera

Patologías graves son silenciosas

Entre las enfermedades que bajan la visión, pero que son reversibles, tenemos como número uno en México las cataratas, que por medio de cirugías se puede revertir y como número dos tenemos los defectos refractivos, como miopía y astigmatismo, que mediante unos lentes con una buena graduación se pueden corregir también.   

Sin embargo, existen problemas de la visión que no son corregibles o que causan ceguera permanente. Las principales son el glaucoma, la retinopatía diabética y la degeneración macular relacionada a la edad.

“El gran problema con estas tres patologías es que son silenciosas, por lo que el paciente no manifiesta dolor ni cambios bruscos en la visión, así que cuando llega a consulta, cree que solo se trata de un problema de graduación con sus lentes o una catarata, pero al revisar ya tienen un daño importante en los nervios o en una capa de la retina”, explica Sánchez.

La primera mujer en dirigir la Asociación para Evitar la Ceguera

(Foto: Pixabay) 

Diabetes, bajos recursos y desinformación favorecen las complicaciones

Desde el punto de vista de la oftalmóloga, un área en la que se tiene que enfocar la atención médica en México es en el control de la diabetes, pues es una de las principales causas de baja visual y ceguera.

“Por desgracia, como mexicanos no tenemos una buena educación de prevención en general y esto empeora porque pocos tienen los recursos económicos para tratar sus padecimientos”, lamenta la doctora.

“Yo he visto muchos pacientes que por sus bajos ingresos no pueden comprar sus medicamentos y con la pandemia esto se incrementó por el desempleo”, puntualiza.

Otro problema, desde la experiencia de la doctora Sánchez, es que las citas médicas llegan a ser muy tardadas y los pacientes tienen que perder un día de trabajo, lo que hace que la atención no sea tan oportuna. “Es un círculo de complicaciones donde lo único perjudicado es la salud del paciente”.

La primera mujer en dirigir la Asociación para Evitar la Ceguera

(Foto: Dra. Valeria Sánchez, directora de APEC)

En general, uno de los principales retos respecto a la oftalmología ha sido la desinformación, porque, según cuenta la experta, la cantidad de pacientes de todos los niveles que deciden creerle más a las redes sociales o a la información que ven en Internet sin una fuente fidedigna complica mucho el manejo de los padecimientos.

“He visto casos en que desarrollan graves complicaciones porque se automedican, se ponen inyecciones que les prometen recuperar la vista, pero no son tratamientos seguros ni documentados”, advierte.

Por pandemia, pacientes desarrollaron problemas irreversibles

Según cuenta Sánchez, cuando comenzó la pandemia por covid-19, solo se recibían urgencias oftalmológicas porque no querían exponer a los pacientes, ya que más del 50% de las personas que se atendían eran diabéticos, de la tercera edad y con comorbilidades importantes.

“Conforme cambió el semáforo epidemiológico, nos fuimos adaptando a los nuevos lineamientos que las autoridades nos impusieron. Como estrategia, lo primero que hicimos fue llamar a los pacientes con glaucoma y retinopatía porque les suspendimos sus citas o ellos mismos dejaron de venir por miedo al contagio. Lo sorprendente es que, aunque urgía darles el seguimiento, muchos de ellos nos decían que no iban a venir por el miedo al virus”, recuerda la especialista.

Fuente: https://sumedico.lasillarota.com/