Hay muchas enfermedades propias de la córnea, tanto hereditarias como adquiridas. Por su importancia podemos destacar las siguientes.
Opacidad corneal
La opacidad corneal es la pérdida en la transparencia de la córnea que puede producirse por traumatismos, inflamación o por causas hereditarias. En estos casos, un trasplante de córnea soluciona el problema.
Conjuntivitis
La conjuntivitis es un proceso infeccioso que se produce en la conjuntiva, membrana mucosa que recubre el interior de los párpados. Ésta puede extenderse y afectar también a la córnea comprometiendo por tanto también a la visión.
Blefaritis
La blefaritis es la inflamación del borde de los párpados que se produce por un mal funcionamiento de las glándulas de Meibomio, encargadas de lubricar la superficie del ojo y evitar la evaporización del ojo. Un ojo con blefaritis implica una mala hidratación por tanto de la córnea al quedar obstruidas estas glándulas.
Úlceras corneales
Las úlceras corneales implican como el propio nombre indica una úlcera en la capa externa del ojo, es decir, la córnea, generalmente producida por una infección.
Queratitis
La queratitis es una inflamación de la córnea cuyas causas pueden darse por sequedad, infecciones víricas, infecciones bacterianas, o por ejemplo, excesiva exposición solar.
Síndrome del ojo seco
El síndrome del ojo secoes la incapacidad del sistema lagrimal para mantener lubricada y protegida la superficie ocular. Se manifiesta por sensación de cuerpo extraño, enrojecimiento ocular, lagrimeo y sequedad ocular. Es especialmente frecuente en mujeres en la 5ª o 6ª décadas de la vida. Existen muchos tipos de ojo seco, de ahí que de su correcta identificación dependa el éxito del tratamiento.
Pterigion o Palmera
El Pterigion o palmera es el crecimiento anómalo de la conjuntiva que puede llegar a cubrir la córnea, dificultando la visión.
Queratocono
El Queratocono tiene especial trascendencia en la alteración de la estructura de la córnea, y por tanto la visión se distorsiona. Esto ocurre porque el queratocono es una alteración en las fibras de colágeno que componen el estroma y al ser más débiles de lo normal la córnea se deforma hacia adelante adoptando forma de esfera.
Defectos refractivos
Los defectos refractivos como la miopía, hipermetropía y el astigmatismo también se producen en la córnea. Hoy en día gracias a la cirugía refractiva se puede moldear y cambiar la forma de la córnea en el ojo para prescindir de las gafas y lentes de contacto al mejorar su estado refractivo.
Previo a la operación será necesario realizar una serie de pruebas preoperatorias para saber si el candidato es apto o no, por lo que si el paciente tiene una córnea gruesa no hay inconveniente para la aplicación de la cirugía ocular con láser.
A mayor graduación, la córnea será más fina y no podríamos tratarlo con láser ya que adelgazaríamos aún más el espesor. Para estos casos se recomienda la cirugía mediante implante de lentes intraoculares (ICL).
Fuente: https://www.oftalvist.es/