Productos como el rímel y el delineador aumentan la posibilidad de conjuntivitis, infecciones y serios problemas de vista
Hay rutinas de belleza que pueden salirnos ciertamente caras, y no nos referimos al coste de los productos. Probablemente habrás escuchado que maquillar tu piel a diario puede convertirse en una costumbre demasiado agresiva para la piel, sobre todo si los productos empleados para ello no son los adecuados. Pero el cutis no es el único que sufre. Una de cada cuatro mujeres reconoce haber sufrido algún problema en los ojos a causa del maquillaje, según un estudio elaborado por la Fundación Rementería.
Utilizar maquillaje alrededor de los ojos y emplear productos tales como el rímel, la sombra o el lápiz de ojos pueden tener consecuencias fatales para nuestra visión. Sin ir más lejos, ocho de cada diez mujeres que fueron entrevistadas para realizar este estudio reconocieron maquillar sus ojos más de tres veces por semana y sufrir molestias leves. El doctor Javier Hurtado, director médico de la Fundación y autor de la investigación, asegura además que maquillar los ojos durante un largo periodo de tiempo «puede tener consecuencias a largo plazo, sobre todo para los ojos sensibles».
Además, debes saber que el uso de lentes de contacto agrava en un alto porcentaje este tipo de problemas, pues las lentillas pueden hacer que, en muchos de los casos, los ojos sean más propensos a sufrir infecciones y conjuntivitis. Para el doctor Hurtado, los problemas causados por el uso continuo de maquillaje alrededor de los ojos pueden ir desde leves molestias hasta infecciones, «que se agravarán en los portadores de lentillas, ya que puede originarse una bacteria denominada pseudomona que resulta difícil de tratar y podría dejar cicatrices en la córnea».
Cambiar la rutina
Dejar de maquillarse los ojos sería una acertada solución para evitar este tipo de problemas, aunque lo cierto es que tanto el rímel como el delineador son dos de los básicos imprescindibles en la rutina diaria de muchas mujeres. Según el informe de la Fundación Rementería, deberíamos utilizar dichos productos solo en la base de las pestañas y nunca en el interior del ojo, pues de este modo estaremos más expuestos a «molestias, enrojecimiento, conjuntivitis tóxica e intolerancia a las lentes de contacto», según Hurtado.
Ingredientes agresivos
Un error más que frecuente y que puede agravar todos estos problemas es la mala costumbre de no prestar atención a los componentes de los productos utilizados. Según el informe, entre los componentes y tintes utilizados en el rímel y el delineador se encuentran solventes como el isododecano, formadores de película, conservantes y ceras de origen animal, vegetal y minieral, así como pignmentos y polímeros fijadores.
Pon especial cuidado, además, con los productos resistentes al agua o denominados «waterproof», porque además contienen disolventes similares a la pintura al óleo, según la maquilladora profesional Carmen Otero. En el caso del rímel, los que pretenden aportar a las pestañas una apariencia extralarga contienen también fibras de nylon que se adhieren a ellas y que, como cuenta la maquilladora, «pueden provocar molestias según avanza el día, sobre todo si contienen compuestos nacarados».
Son varios los estudios que confirman la falta de conocimiento del público femenino sobre el maquillaje que utiliza, también a la hora de retirar dichos productos de su piel. Tal y como asegura el doctor Hurtado, «desmaquillarse durante muchos años desarrolla más laxitud en el párpado, la piel se arruga más y hace que se estire hacia fuera o hacia dentro, o incluso aparezcan bolsas».
FUENTE
http://www.abc.es/20120320/sociedad/abci-mujeres-ojos-maquillaje-201203200803.html