En la actualidad, el ojo seco es una de las causas más frecuentes o motivo de urgencia más común en un servicio oftalmológico por las molestias generadas ya que afecta, según la severidad, a la calidad de vida de los pacientes que lo padecen.
En esta línea, existen múltiples factores que ocasionan la Disfunción de las Glándulas de Meibomio (DGM) de las personas que padecen ojo seco, provocando que la película lagrimal se rompa y quede expuesta al aire.
Por tanto, puede influir en su aparición en los siguientes escenarios:
- Alteraciones en la piel: acné rosácea.
- Trastornos alérgicos.
- Enfermedades reumáticas.
- Ingesta de antidepresivos, antihistamínicos o anticonceptivos, entre otros.
- Cambios hormonales: la menopausia.
- Adicción al tabaco.
- Haberse sometido a una cirugía ocular previa, como la cirugía Lasik, para el tratamiento de la miopía, hipermetropía y/o astigmatismo, ya que se puede producir una disminución de la sensibilidad de la córnea.
- El abuso de lentes de contacto que incluso pueden llegar a provocar una úlcera corneal.
- Leer durante largos periodos de tiempo ya que se reduce la frecuencia del parpadeo y la lágrima se evapora más rápido.
- Usar un dispositivo electrónico con mucha frecuencia puede producir una mayor evaporación del lagrimal.
- Envejecimiento, en especial a partir de los 50 años.
- Ambientes interiores (aire acondicionado, sistemas de calefacción) y ambientes exteriores (principalmente climas áridos con bajos niveles de humedad y con mucho viento)
- Coger mucho el avión: el aire de las cabinas del avión es muy seco.
- Algunas enfermedades como la diabetes, el lupus, la artritis reumatoide o el síndrome de Sjögren pueden contribuir a la aparición de ojo seco.
- Problemas de párpados: como la blefaritis, la imposibilidad de cerrar el párpado, una enfermedad causada por el envejecimiento o tras una cirugía de blefaroplastia, llamada lagoftalmos puede ocasionar ojo seco grave.
- Una operación de ojos con láser o cirugía refractiva corneal en general también puede causar ojo seco.
La contaminación también afecta al ojo seco
Los altos niveles de contaminación del aire están relacionados con problemas de salud, principalmente del tipo respiratorio. Esta alta concentración de polución en el aire, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), contiene materia particulada, ozono, dióxido de nitrógeno y dióxido de azufre.
Como consecuencia, la falta de humedad y el aumento de la contaminación del aire, por el humo de los coches y los compuestos químicos de las fábricas, contribuyen a un crecimiento de inflamaciones oculares y la aparición del ojo seco.
Síntomas del ojo seco
Algunos de los síntomas que nos pueden indicar estar ante un caso de ojo seco, además de sequedad ocular, son:
- Ardor: sensación de quemazón.
- Picor: sensación de picazón en los ojos.
- Enrojecimiento.
- Sensación de arenilla.
- Malestar al realizar tareas cotidianas como la lectura, conducción o fijar la mirada en una pantalla de televisión, así como por la intolerancia a las lentes de contacto.
- También se puede notar visión borrosa o excesiva sensibilidad a la luz.
- Pesadez en los párpados.
- Fotofobia (hipersensibilidad a la luz)
- Fatiga visual.
- Ojos llorosos, ya que la sequedad de la superficie del ojo sobreestimula la producción del componente acuoso de las lágrimas como mecanismo de protección.
- El ojo seco también produce inflamación y dolor.
Será necesaria la visita inmediata a su oftalmólogo ante la presencia de estos síntomas ya que su origen multifactorial hace difícil su diagnóstico y tratamiento. Su oftalmólogo deberá realizarle por tanto una correcta exploración para determinar las causas de su sintomatología y el estado evolutivo de su ojo seco.
Fuente: https://www.oftalvist.es/