Dependiendo del tipo de enfermedad ante la que nos encontremos, las causas serán variables.
En el caso de las hemorragias vítreas, las causas más frecuentes son el desprendimiento de vítreo, la diabetes, la hipertensión arterial, o los traumatismos.
Las hemorragias retinianas también pueden ser debidas a hipertensión arterial, diabetes, trombosis de venas retinianas , degeneración macular asociada a la edad o traumatismos.
¿Qué síntomas provoca?
Los derrames oculares externos hacen que el ojo aparezca rojo, pero no suelen acompañarse de molestias oculares importantes, salvo sensación de “arenilla” o quemazón, pero la visión no se afecta.
En los “derrames oculares internos” el aspecto externo del ojo es normal, y se caracterizan sobretodo porque producen una pérdida brusca de visión en mayor o menor grado, y que puede afectar o a la visión central o a toda ella, dependiendo de la causa que lo provoque.
¿Cómo es el diagnóstico de un derrame ocular?
En los derrames externos, el diagnóstico se realiza en la consulta prácticamente a simple vista, y de forma sencilla.
Para los internos deben realizarse más pruebas para las que se necesitan la dilatación pupilar.
El diagnóstico requiere el estudio del fondo de ojo y en ocasiones la realización de otro tipo de pruebas , como fotografías del fondo, o tomografías de la retina, la mayoría se realizan en la misma consulta. No son invasivas ni dolororas .
¿Cómo es la intervención?
En los derrames externos no es preciso la realización de ningún tratamiento.
Por el contrario en los internos podemos necesitar realizar desde tratamientos quirúrgicos por medio de láser o mediante cirugía como la vitrectomía.
En los casos de degeneración macular , trombosis o en la diabetes vamos a necesitar tratamientos médicos mediante la administración intravitrea de fármacos que nos ayudan a reducir y eliminar las hemorragias .
¿Cómo es el postoperatorio?
En el caso de la vitrectomia, la cirugía suele necesitar un tratamiento mediante gotas durante un mes, al menos.
A veces es necesaria adoptar una postura determinada de la cabeza que frecuentemente puede ser bocabajo, y que será muy importante cumplir, sobretodo cuando dependiendo de la enfermedad, se haya tenido que dejar el ojo lleno de gas .
Es normal que el ojo se ponga rojo y moleste los primeros días.
Por el contrario, en las inyecciones vítreas, tendremos que adoptar medidas higiénicas para evitar el riesgo de infección , pero no suele ser necesario la realización de ningún tratamiento tras la inyección.
Fuente: https://www.oftalvist.es/
Artículo escrito por la doctora Eva Delgado