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Blefaritis

La blefaritis es un problema muy común en las consultas oftalmológicas y consiste en la inflamación del borde de los párpados, localizada en la raíz de las pestañas y/o las glándulas que están justo por debajo de ellas, llamadas glándulas de Meibomio.

Estas glándulas producen una secreción grasa que sirve para que las lágrimas sean de buena calidad y no se evaporen en exceso, por lo que son una pieza clave para mantener la hidratación y el buen estado de la superficie ocular.

La blefaritis puede  ser una inflamación puntual o crónica y su gravedad varía mucho de una persona a otra. Hay casos en los que puedes no darte cuenta de que la tienes y la detectamos cuando te realizamos una exploración ocular completa. En otras ocasiones, produce molestias oculares de distinta intensidad, como exceso de lagrimeo, enrojecimiento, sensación de cuerpo extraño o arenilla, picor y, en casos severos, incluso fluctuaciones en la visión, sensibilidad excesiva ante la luz o dolor. 

Estos síntomas pueden ir acompañados de “caspa” o pequeñas costras en las pestañas, acumulación de grasa en el borde del párpado o presencia de orzuelos. Además, la blefaritis a menudo también se asocia con el ojo seco, ya que en más del 80% de los pacientes con sequedad ocular hay una disfunción de las glándulas de Meibomio.

Normalmente, la blefaritis  está ligada a un mal funcionamiento de las glándulas de Meibomio, así como a la proliferación de bacterias u otros microorganismos, como el ácaro Demodex, que se encuentran en la zona palpebral y pueden provocar una infección localizada.

En muchos casos, el origen de la blefaritis es desconocido, aunque es más probable que la padezcas si presentas los siguientes factores:

  • Edad avanzada
  • Alteraciones hormonales (por ejemplo, en la adolescencia o menopausia)
  • Enfermedades de la piel como la rosácea o la dermatitis seborreica

Por otro lado, si usas lentes de contacto demasiadas horas al día, trabajas con ordenadores o pasas mucho rato en ambientes secos con aires acondicionados en verano o calefacciones en invierno, también es más probable que empeoren los síntomas relacionados con la blefaritis.

Fuente: https://miranza.es/patologias/blefaritis/